Hola de nuevo a todos.
Sin muchos preparativos ni tampoco días disponibles, decidíamos Pedro B. y yo, el pasado martes 20 de julio, salir hacia los Alpes. Las previsiones del tiempo no eran de las mejores
pero las ganas las superaban. De ese modo y con las cautelas oportunas
, no nos lo pensamos más y a las 04:20 horas iniciábamos el viaje por carretera hacia Italia.
Llegábamos a Stafal (1.818 m), a 7 Km de Gressoney a las 24:00 horas, donde dormimos la primera noche después de viajar desde Granada directamente.
Tras preparar el material de escalada y sacar los tickets (15 €, valen para todo el valle hasta septiembre) del teleférico de Santa Ana hacia el Collado de Bettaforca (2.727 m), iniciamos la ascensión hacia el Ref. Q. Sella a las 07:30 horas.
Aunque el día ha comenzado con algo de lluvia y muy nublado, poco a poco empiezan a dejarse ver algunos de los cuatromiles objetivos nuestros (el Pollux, la Punta Castore, los Liskamms…)
Otras formas rocosas se asoman para recordarnos que estamos en Los Alpes y en el Macizo del Monte Rosa en concreto. Este macizo se extiende por las regiones italianas de Piamonte y Valle de Aosta y en el cantón de Valais (Wallis) de Suiza en la misma cadena que el
Cervino. El Dufourspitze con sus 4.633 m es el pico más alto del macizo Monte Rosa. Debe su nombre no al color italiano "rosa", sino al término “roisa”, de la lengua franco-provenzal que significa "glaciar". El Monte Rosa es, por extensión e importancia, el segundo grupo montañoso de los Alpes y el más alto de Suiza.
Desde el Collado de Bettaforca a 2.727m iniciamos el itinerario nº 9 hacia el Refugio de Quintino Sella a 3.585m. Está todo muy bien indicado con marcas pintadas en las rocas.
Poco a poco vamos alcanzando las primeras nieves mientras las nubes de vez en cuando nos regalan bonitas estampas
Las pendientes se incrementan llegando al Bettolina 2.904m, y hay que empezar a usar las manos para continuar la progresión
El sol no se decide a salir.
Las previsiones de la “meteo” no eran muy halagüeñas pero aún así decidimos continuar por si acaso. Finalmente, nos alegraríamos…aunque todos sabemos que estas decisiones no son nunca fáciles
Hacemos un alto técnico para tomar algo donde compartimos impresiones con otra cordada también de dos, proveniente de Alemania. Vienen del Gran Paradiso y quieren escalar
también en el Monte Rosa como nosotros.
Y en poco tiempo, alcanzamos la última arista a unos 3.150 m de altitud, que nos llevará directamente al refugio. Una zona muy aérea pero muy bien protegida con cuerdas fijas, cadenas…
…e incluso algún puentecillo curioso…, no se cómo ponen estas cosas en estos sitios…, será por las vistas impresionantes cuando las nubes lo permiten
Seguimos a buen ritmo de tal forma que alcanzamos el Refugio de Capanna Quintino Sella (Ingeniero y montañero del Club Alpino Italiano, 1.884) a 3.585 m, antes de lo previsto y…
…empezamos, a pesar de la hora, a plantearnos continuar hacia la Punta Castore 4.226 m, por el Collado de Felik. Las vistas en ese momento sobre los Liskamm, Felik, Castor y Pollux, nos animan a seguir a pesar de ser los únicos “osados”
que se adentraban en el glaciar a esa hora. Luego, nos encontraríamos con nuestros amigos alemanes que tuvieron la misma idea que nosotros
En fin, nubes, claros, algo de “granicillo”, pero la presión no variaba y la nieve estaba todavía en buenas condiciones, así que dejamos peso innecesario (llevábamos la comida de tres días en las mochilas
por aquello de ahorrar algo en tiempos de crisis) en el refugio, nos encordamos y continuamos “del tirón”.
A mitad de la ascensión, un estruendo ensordecedor nos hace detenernos. Parecía haber sido algún desprendimiento en la Norte de los Liskamm. Ese tipo de sonidos te “sobrecogen” en Los Alpes.
Pero bueno, nosotros seguimos a lo nuestro. Tampoco podemos entretenernos demasiado aunque a veces dan ganas de quedarse a hacer fotos de todo.
Subiendo al Collado de Felik a 4.061 m el tiempo parece que nos acompaña y nos regala momentos de sol más contínuos
Por el mismo precio, subimos en pocos minutos al Pico Felik 4.176 m, y continuamos hacia el Castor, momento en el cual nos cruzamos con nuestros, ya amigos alemanes (a pesar de los últimos resultados futbolísticos) que nos hacen “la ola”
no sabíamos si por ser campeones del mundo o por haber subido “del tirón” estos cuatromiles en nuestro primer día en los Alpes sin aclimatación ni “ná de ná”…
Llegando al Castor 4.221 m, tan sólo 35 minutos después del Felik, el tiempo cambia drásticamente y empieza a soplar un fuerte viento e incluso a nevar que nos apremia a no entretenernos mucho arriba…
Así que “arreando” rápido de vuelta con la vista puesta en los Liskamm, cuando las nubes lo permiten, nuestro objetivo siguiente si el tiempo nos deja
Ya en el Quintino Sella, reponemos fuerzas
y nos juntamos en la cena con otras cordadas, la alemana conocida, una madrileña y una vasca.
Todos gente estupenda
y buenos montañeros. Los vascos habían podido hacer toda la travesía de los Liskamm ese día y nos pusieron al tanto de los pasos “de apretarse de verdad”
. Por otra parte, los madrileños que venían desde Zermat, tenían parecidas intenciones a las nuestras para la siguiente jornada. Por su parte, los alemanes decidieron bajar al valle de Gressoney al día siguiente por las malas condiciones meteorológicas que pronosticaban.
Finalmente decidimos cambiar de valle hacia el del Refugio Gnifetti 3.611 m, al Este del que nos encontrábamos.
La intención sería salir temprano y ver el estado del paso más comprometido de la travesía de los Liskamm (Paso del Naso), y continuar si el tiempo lo permitía ascendiendo a los picos que pudiéramos. A las 04:15 horas nos levantábamos
para iniciar la actividad con una tormenta de nieve y viento que nos hizo esperar hasta que remitió algo
Desde que salimos, por el glaciar de Felik, tardamos una “horilla” en alcanzar a un numeroso grupo de montañeros que progresaban con varios guías. También nos juntamos en ese momento con la cordada madrileña con los que compartiríamos gran parte del resto de la jornada de forma muy agradable
A partir de ahí, la parte de más “ambientillo” de la jornada, el Paso del Naso a 4.100 m y la ascensión al pico del N. del Liskamm 4.272 m.
Una sucesión de pasos aéreos
en mixto (aunque con la niebla no se veían mucho los “patios”) donde nos quedamos literalmente congelados esperando a que los guías asegurasen a sus clientes con reuniones en hielo. La mejor decisión entonces de los españoles fue hacer un “bypass” por la izquierda y adelantar a las cordadas guiadas que se encontraban montando reuniones. Al fin entrábamos en calor…
…, y después de algún “sustillo”
sin importancia con el material, continuamos para hacer cumbre en el Pico del N. del Liskamm 4.272 m.
De ahí pasaríamos junto al Ref. Vivac Giordano 4.167 m, la Pirámide Vincent 4.215 m, etc., aunque sin ver absolutamente nada por la niebla hasta bajar al Refugio Gnifetti 3.611 m.
Al día siguiente la previsión era aún peor con tormentas y nieve
, pero era nuestro último día de actividad montañera y decidimos salir hacia la Pirámide Vincent, Corno Nero, Punta Giordani, etc. a ver qué nos permitía el tiempo
Preparamos el material, nos encordamos y…”p´arriba”
Nuestros amigos madrileños nos acompañarían hasta media ascensión porque al día siguiente les esperaba una larga jornada hasta el refugio más alto de los Alpes, el Regina Margherita a 4.559 m. por el Coll de Lys para regresar a Zermat. Un caluroso abrazo para ellos desde aquí
y esperamos que el tiempo les haya permitido hacer todo lo previsto.
Pedro y yo seguimos ascendiendo por encima de lo alcanzado en la jornada anterior, pero desafortunadamente las previsiones “meteo” no se habían eqivocado en esta ocasión…
…y puesto que teníamos que bajar hasta Gressoney en el mismo día para regresar a Granada, decidimos acortar la jornada. Una lástima del tiempo, porque las vistas de este día hubieran sido impresionantes…Al menos las grietas podíamos distinguirlas…
Una vez en el Ref. Gnifetti, recogemos el resto del material y bajamos por el glaciar hacia el Ref. Mantova 3.498 m, …
…junto al cual hay una cruz desde donde se inicia una ruta de descenso bastante directa hacia el Passo de Salati a 2.971 m desde donde los teleféricos te devuelven a Stafal en el Valle de Gressoney. Esta rutilla discurre por una zona pedregosa y pronunciada, por ello está perfectamente asegurada con cuerdas. No obstante se puede bajar por otro itinerario más largo y menos expuesto.
A pesar de la lluvia ahora a esta altitud, y la niebla, el itinerario de las rocas se sigue perfectamente gracias a las marcas…por cierto, del color de la bandera de ESPAÑA, ¡ VIVA !
Y poco a poco, vamos llegando a Stafal antes de las 14:00 horas del viernes 23, momento en el que regresamos a Granada otra vez “del tirón”…
Nos ponemos ropa seca…, damos las novedades telefónicas obligadas…
…y si pudiéramos seguiríamos aquí muchos más días, pero…
…no puede ser. Quizás la próxima…
Hasta pronto entonces.
Han sido tres días de ensueño como siempre que se viene a Los Alpes.
Ahora, a seguir disfrutando de nuestra sierra que es un obsequio divino en estas latitudes, con “su poquito de tó”.
Saludos