Hasta que termine la temporada de esquí, todos aquellos que pasen por la estación catalana quedarán inmersos en un juego de adivinanzas cuya solución estará en las cumbres. Banderolas en la entrada y salida en el restaurante o perching en los hoteles más representaivos de la zona son algunas de las piezas creativas que vertebran la acción.
A estas acciones hay que sumar la precampaña lanzada a finales de año entre los medios de comunicación, a quienes enviaron una curiosa felicitación navideña: un desplegable con un Mini insertado en una cuerda.