La primera gran anécdota de estos Mundiales la ha puesto Görgl: se escuchó a sí misma en el podio, ya que da voz a la canción oficial del campeonato.
Tres españolas estuvieron en esta jornada de apertura. La mejor clasificada fue Carolina Ruiz (26ª), mientras que María José Rienda acabó dos puestos después. Un interesante inicio para ambas. La joven Andrea Jardí debutó sin suerte y no pudo cruzar la meta. Con todo, para ninguna de ellas se trataba de su mejor prueba. Mañana será el turno de los hombres, Ferran Terra y Paul de la Cuesta, en la misma disciplina y en la misma y legendaria pista de Kandahar.La actuación de las dos españolas más veteranas estuvo dentro de lo esperado, ya que ambas tienen su auténtico reto en otras disciplinas. Carolina Ruiz, de 29 años, piensa en el Descenso, en tanto que María José Rienda, de 35, espera darlo todo en el Gigante del penúltimo día. Las dos granadinas hicieron buenas bajadas y se clasificaron entre el Top-30 mundial. Quien no lo pudo conseguir en su debut fue Andrea Jardí, quien a sus 20 años tiene más pruebas por disputar en Garmisch.
Rienda hizo una excelente progresión durante el recorrido, ya que recortó diferencias en la segunda parte del trazado. La española con más podios en Copa del Mundo (seis) fue, además, una involuntaria protagonista, ya que tuvo que abortar su bajada a mitad de recorrido porque la anterior participante, la andorrana Mireia Gutiérrez, se había caído y todavía no se había despejado la pista. Así que Rienda tuvo que salirse en ese punto, coger una moto de nieve y volver a la salida. Con el dorsal 40, se vio obligada a esperar hasta partir como si fuese la 49ª, la penúltima.
“A pesar de todo, estoy muy satisfecha de mi actuación. Lo que quería era probar la pista y las condiciones de la nieve, sin forzar demasiado para no caerme. Debido a la interrupción, en realidad he hecho una pista y media.
Ahora me vuelvo a casa, a descansar, porque hasta dentro de muchos días no corro el Gigante, en el que tengo puestas muchas esperanzas”.
Valter Ronconi, entrenador de Rienda, corroboró las palabras de su pupila: Ahora me vuelvo a casa, a descansar, porque hasta dentro de muchos días no corro el Gigante, en el que tengo puestas muchas esperanzas”.
“Le ha ido bien poder volver a repetir la primera parte del recorrido, aunque luego ha pagado el stress de subir y tener que esperar más tiempo. Yo estoy muy contento con su actuación. Las condiciones de la pista eran muy difíciles, y a ella le preocupaba una caída que pudiese lesionarla. Ha bajado con fuerza y decisión. Hay que tener en cuenta que ella casi nunca hace Súper-G”.
De hecho, la última vez que Rienda corrió un SG de Copa del Mundo fue 2005. Ahora, la española tendrá unos días de descanso en casa, porque lleva diez jornadas sin parar. Volverá el día 13 a Garmisch para preparar el Gigante del 19, en el que tiene mucha confianza. Ruiz y Jardí, por el contrario, volverán mañana mismo a las pistas para realizar el primer entrenamiento oficial del Descenso femenino, que se celebrará el día 13.Esta primera prueba de los Mundiales se celebró en unas condiciones meteorológicas ideales. Aunque la pista Kandahar 1 estaba helada y muy dura, lucía el sol, la temperatura era de 2ºC y no había nada de viento. Las 48 participantes (al final sólo se clasificaron 38) recorrieron los 2.180 metros de recorrido partiendo de la cota 1.305 m, descendieron 535 de desnivel y negociaron 45 puertas.
Turno para los hombres
Después de esta primera participación de las mujeres, el miércoles será el turno de nuestros dos hombres: Ferran Terra y Paul de la Cuesta. Será también en el Súper-G, a partir de las 10:00 de la mañana, en una sola bajada en la que el croata Ivica Kostelic, que como Riesch aspira a cinco medallas, aparece como uno de los máximos favoritos a ganar.
Tanto Terra como de la Cuesta se dedicaron hoy a probar la pista, aunque sin trazado.
“La verdad es que es hielo puro. Lo importante era conocer la orografía de la pista para saber cómo negociarla mañana. Será muy difícil, porque es una pista complicada y porque lo más probable es que estará helada”.
Los dos españoles son jóvenes veinteañeros que durante la temporada se han curtido en pruebas de Copa del Mundo y de Europa. Saben que no pueden aspirar a acabar entre los mejores, pero sí en dar todo lo que llevan dentro, ganar experiencia y clasificarse lo más arriba posible.