No es costumbre publicar el fallecimiento de un esquiador tan lejos de nuestro país, pero las circunstancias del accidente son cuanto menos que curiosas. Y es que en la estación de esquí de Brighton (Utah, USA) un hombre llamado Lee Draper ha muerto después de que al atravesar un cañón de nieve, sus gafas quedaran cubiertas impidiendo la visión, lo que le provocó un fuerte choque contra un montículo.
Al parecer el hombre de 61 años iba esquiando con su hijo de 18. Al pasar por el cañón, la nieve les tapó sus máscaras de esquí. El chico logró detenerse rápidamente, pero el padre no lo pudo hacer a tiempo, hasta que un gran montículo de nieve se encargó de hacerlo sufriendo heridas graves.
De allí lo sacaron en helicóptero para trasladarlo al Hospital de la Universidad de Utah en Salt Lake City lo antes posible, pero por el camino sufrió una parada cardiorrespiratoria que solo dio para certificar la defunción.
Draper era un gran aficionado al esquí y estrenaba la temporada al mismo tiempo que la estación de Brighton, quien este año se había embarcado en una competición con Solitude Mountain Resort , por ser la primera en abrir la campaña de invierno en Utah. Al final lo hucieron ambas el mismo día, y le acompañaron Brian Head y Alta Ski Area.
Lo que debía ser un festivo inicio de temporada, ha acabado en tragedia. La estación de esquí de Brighton ha lanzado un comunicado en el que ha explicado que
"El miércoles 24 de noviembre, alrededor de las 9:30 a.m., se informó que un esquiador yacía inconsciente en la nieve. La patrulla de esquí de Brighton Resort respondió a la llamada e inmediatamente comenzó a realizar el tratamiento médico y continuó hasta que la empresa Life Flight pudo hacerse cargo y llevarlo al hospital"
Esto nos hace recordar que en la montaña, cualquier precaución es poca, y que hay que estar atentos a cualquier circunstancia.