La nevada del fin de semana dejó imágenes invernales en las montañas tanto del Pirineo como del Prepirineo, con grosores importantes en algunos puntos. Los tres adultos con dos menores decidieron subir hasta Coll de Pal, metiendo el coche en la nieve por razones que se desconocen.
Su torpeza obligó a ser rescatados por los Bomberos de la Generalitat, que acudieron tras la llamada de uno de los adultos, pero lo hicieron acompañados de una dotación de los Mossos d'Esquadra, que abrieron diligencias contra el conductor y los otros dos adultos, a los que se denunció por saltarse el confinamiento perimetral que afecta al término municipal.
Aunque los Mossos d'Esquadra no han detallado la zona de residencia de estas personas, comprobaron que no eran de Bagà, término municipal donde se encuentran las pistas de esquí de Coll de Pal. Tampoco tenían causa justificada.
En 2005, Ferrocarrils llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Bagà, propietario de Coll de Pal, para que La Molina pasase a gestionar esta pequeña estación de esquí que cuenta con dos pequeños remontes y se incorporase al forfait del complejo invernal de la Cerdanya y el de Alp2500.
Desde entonces se han intentado llevar adelante varios proyectos como la construcción de un edificio de servicios, que pese a que está terminado, no se ha podido poner en marcha. También se han colocado cañones de nieve artificial, y una cinta de debutantes.
Aunque es una puerta de entrada a La Molina y el área esquiable de Alp2500 sin tener que pagar el peaje del Cadí, la larga carretera con curvas para llegar disuade a muchos esquiadores. Además de que las nevadas suelen cortar frecuentemente la vía. No obstante las recientes actuaciones de FGC como la mejora de la pista de la Comabella, así como el alargamiento del telecabina de La Molina, permite llegar con menos complicaciones, aunque con los esquís puestos.