En Oslo 1952 logró un buen puñado de medallas con ese modelo, y se hizo tan famoso que todo el mundo conocía la marca ya como Kastle en lugar de Arlberg, razón por la que en 1957 se decidió cambiar a su nombre actual y crear un nuevo escudo. En los '70 y '80 siguieron cosechando éxitos hasta tal punto que logró colocarse como la marca preferida por los esquiadores europeos.
Pero si alguien ayudó a que Kastle se convirtiera en número 1 del mundo, fue sin duda Pirmin Zurbriggen. El corredor suizo logró casi todos sus éxitos con la marca austriaca. Con la firma de Hohenems ganó numerosas carreras en el 'circo blanco', varios globos de cristal en disciplinas de velocidad, así como cuatro Copas del Mundo de la clasificación General y un oro olímpico en Calgary'88
De Benetton a Vorarlberg y a manos checas
Pero lo bueno se acabó a finales de los '80. La falta de una recambio para Pirmin Zurbriggen, así como algún fallo en su estrategia comercial abocó a Kastle a la bancarrota. Por aquella época la marca de moda Benetton estaba metida en una ola de compras de marcas deportivas, Se hizo con la firma de botas Nórdica, con la de patines Rollerblade, las raqueas de tenis Prince y Ektelon, y hasta una de tablas de snowboard, Killer Loop. Y Kastle también acabó dentro de la cartera de los italianos.
Pero las cosas tampoco fueron mucho mejor. La fabricación de los esquís se encargó a Elan en Eslovenia, y junto a los diseñadores de las raquetas Prince, lanzaron un modelo llamado Kastle Fiber Tube que fue todo un desastre comercial. Se rompían muy fácilmente y se alcanzaron tasas de devolución del 40%, cuando lo habitual en la industria del esquí es del 0,75% de media. Para esconder aquel desastre en 1999 cambiaron el nombre a Nordica Skis, desapareciendo definitivamente la marca del escenario mundial.
Por fortuna los de Benetton decidieron dar carpetazo a su aventura en el material de los deportes, y entrados ya en el siglo XXI comenzaron a deshacerse de toda su cartera. Un grupo de inversores de Vorarlberg compró los derechos de la marca Kastle en 2007 con el objetivo de reflotarla de nuevo, y en 2015 trasladó su sede de nuevo a Hohemens. Aunque hicieron un gran trabajo de reintroducción, no lograron los objetivos marcados, así que en 2018 la vendieron a ConsilSpot.
Se trata de una empresa de la República Checa cuyo dueño es Tomas Nemec, un hombre que hizo fortuna con empresa de derivados del caucho. Pero su verdadera pasión es el esquí, así que vendió la compañía a una sociedad británica, y con el dinero empezó a montar un conglomerado relacionado con el turismo de nieve. Es así como montó la mayor empresa de distribución de material de deportes de invierno en su país, compró acciones de la estación de esquí de Špindlerův Mlýn y también entró en el accionariado del fabricante de bastones Leki.
Fruto de esta estrategia, en 2017 compró la marca Sporten, un fabricante checo con de material de deportes de invierno con fábrica propia y fundado en 1986. Vivió su época dorada en los '90, cuando llegó a vender y fabricar casi 400.000 pares de esquís. Hoy tiene una colección para alpino, fondo y snowboard, así como una pequeña producción para los saltos (que reconoce que hace porque la marca se ve muy bien cuando el saltador está en el aire). Su producción actual se ha quedado en los 90.000 pares de esquís, pero espera que Kastle le ayude a meterse en mercados importantes como el de los países de los Alpes y nórdicos.
El nuevo Team Kastle de Copa del Mundo
Meterse de nuevo en la Copa del Mundo es un escaparate perfecto para captar la atención de estos esquiadores. El año pasado ya intentó colarse en el 'circo blanco' patrocinando a algunos corredores, pero sin estar en el pool de marcas de la federación austriaca o la de Suiza es complicado. De hecho habían llegado a un acuerdo con la corredora Katharina Liensberger, pero los austriacos vetaron el acuerdo.
Así que de momento se tuvo que conformar con corredores de ligas menores que aún así le dieron alguna que otra sorpresa. Fue el caso de Simon Breitfuss Kammerlander, un austriaco que se nacionalizó boliviano después de que la federación de su país no le incluyese en el equipo. Participó en la Copa de Sudamérica y en la Nor-Am Cup, donde fue nombrado "Rookie del Año". También calzó a la holandesa Adriana Jelinkova, quien logró el primer punto para Kastle en esta nueva era en la Copa del Mundo, tras lograr el puesto 32 en el Slálom Paralelo de St. Moritz. Claro que después no solo logró nada más, sino que contó sus participaciones por descalificaciones.
Pero este año por fin la OSV ha dado el visto bueno a los de Kastle y le ha permitido patrocinar a algunos de sus corredores, aunque solo de los equipos B y C. También debía solucionar el tema de las botas, ya que no tiene en su catálogo y la federación exige el equipo completo para firmar el acuerdo. Han llegado a un trato con Dalbello y Lange, mientras que para fijaciones serán las de Marker.
Pero la sorpresa llegó este mes de junio, cuando el corredor Cédric Nogger afirmó que quería correr con Kastle. Este esquiador de 28 años milita en los equipos juveniles, pero logró un meritorio cuarto puesto en el Gigante de Kransja Gora en marzo del año pasado. Ni que decir que la marca de Hohemens respondió a los pocos días con los brazos abiertos ya que cumple con los deseos de la OSV, pero tiene a un corredor que por ejemplo la temporada pasada participó en siete ocasiones en la Copa del Mundo.
Aunque Cédric Nogger apunta como el máximo embajador de la marca para la próxima temporada, en el Team Kastle se han apuntado otros deportistas como la checa Adriana Jleinkova, el suizo Alain Zurbriggen, hijo del campeonísimo, aunque de momento con un rendimiento discreto y el también helvético Mathias Graf. Seguramente también incluirán algún otro esquiador alemán, con cuya federación (DSV) también han firmado de momomento un acuerdo para estar en el pool de marcas de esquí de fondo, biatlón y saltos.
Con todos ellos más lo que se apunten en estos próximos años, Kastle quiere volver a sus años de esplendor, o al menos a parte de ellos. De momento se conforma con una medalla en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, que no es poco...
