Esta temporada han logrado abrir para el Puente de la Inmaculada, y todo parecía que para Navidad la situación iba muy optimista, hasta que este fin de semana les cayó 210,6l/m2 de agua. Una barbaridad, si tenemos en cuenta que en toda Catalunya ninguna otra estación meteorológica le superó. Curiosamente el segundo mayor resgistro se lo llevó la estación de esquí de Espot, pero al menos allí cuando llegó la noche el agua se convirtió en casi medio metro de nieve. En el Port del Comte en cambio apenas se transformó en 5 cm de nieve.
Ante esta situación la estación de esquí del Solsonés no tuvo otro remedio que cerrar ese fin de semana. Pero su personal peleó con tesón, y sobre todo experiencia para encontrar nieve de donde fuera y volver a abrir las pistas. Al día siguiente, y pocas horas después del 'diluvio universal', volvían a abrir algunas de sus pistas, centradas sobre todo en la zona de debutantes. Para estas fiestas de navidad, contra todo pronóstico, abren ya más de 12 kilómetros esquiables repartidos en 12 pistas.
Port del Comte es una estación acostumbrada a luchar contra todo lo que se les ponga por delante. Con cabeza, eso si. En verano hacen la limpieza de bosques. Con los restos crean biomasa que luego esparcen por las pistas. De esta manera se crea una base donde la raíz se asienta bien y crece mejor. El resultado son verdaderas alfombras de hierba verde que procuran cuidar con mimo y que aguanta mucho más. El objetivo es que con una mínima capa de nieve se pueda empezar a esquiar ya. Albert Estella, Director de Port del Comte, aeguraba hace unos días al Regio 7, que si hace unos años se necesitaba un metro de espesor para abrir pistas, ahora es suficiente con tener 10 cm.
Tampoco se olvidan de la nieve artficial. Entre este año y el pasado, han colocado 20 nuevos cañones de bajo consumo pero mayor capacidad de producción, de manera que ya cuenta con 270 de estos aparatos, principalmente en sus sectores de Prat Donadó para debutantes, y El Sucre. La Estivella se abre los fines de semana y festivos, permitiendo esquiar con una nieve virgen y natural que hace las delicias de los esquiadores.
Poder trabajar con menos nieve les permite estar menos pendientes de las nevadas, y además reducir los gastos energéticos. Pero por si todo esto no fuera suficiente, además están haciendo una profunda inversión en sistemas de captación de aguas y energías renovables.
Así, junto los aparcamientos hay embalses a donde va a parar el agua del deshielo, que baja por canalizaciones que se han hecho en las pistas. Luego esa agua es la que sirve para alimentar los cañones. Albert Estella, Director de la estación, comentaba hace unas semanas al diario Regio 7, que
«el objetivo no es gastar para producir más, sinó que con poca nieve ya podamos trabajar. Porque el problema de nuestra estación es la meteorología. Si llueve se llenan los embalses y tenemos agua para hacer funcionar los cañones, si no llueve debemos bombear de 1.000 metros bajo tierra, con los costes que ello conlleva»
El objetivo de Port del Comte es lograr vender esos 60.000 a 70.000 días de esquí por temporada que les permite equilibrar números y seguir abriendo una temporada más. Mientras tanto, para estas navidades se prevé abrir un mínimo de 12,5 kilómetros de pistas, con un forfait de los más económicos, ya que se sitúa en los 37 euros. Tienen puntos de restauración a pie de pistas, sin olvidar la Cafetería de Estivella a la llegada del telesilla Clot de la Val, donde no hay nada más que montaña y nieve, permitiendo una pausa alejada del 'mundanal bullicio'. |  |
| . |
