Se cumple el primer año de Javier Martínez Iglesias al frente de la veterana estación de esquí de Valgrande-Pajares. Este licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, de 38 años, tiene la costumbre de estar siempre a pie de pista y atender a los usuarios que le requieren.
-¿Qué balance hace del tiempo que lleva en el cargo? -Ha habido un poco de todo. Estoy satisfecho porque se ha trabajado mucho en esta etapa, pero todavía se puede hacer algo más. Hay cosas que se pueden mejorar. Estoy seguro de que podemos ser mucho más eficientes. Tendríamos que llegar a tener un poco más de flexibilidad y rapidez.
-¿A qué se refiere? -Hoy hay nieve, pero puede que mañana no. O que haya niebla. Por eso digo que tendríamos que ser más flexibles.
-Pero esta flexibilidad, ¿por dónde pasa? ¿Por el modelo de Fuentes de Invierno, con una gestión indirecta y no pública? -No creo que un modelo sea mejor que el otro. Si ambos se hacen bien, son aceptables. Pero sí es cierto que lo que quisiera es poder actuar con mayor rapidez.
-¿Eso depende de la disposición de la plantilla? -Por eso no hay problema, porque pedimos un favor y son contadas las veces que se genera algún problema. El personal de aquí sabe que de ellos depende que la estación siga adelante. Y por ello tiran.
-Entonces, ¿qué necesita para esa flexibilidad? -Que pudiéramos regular los horarios para que unos trabajadores pudieran entrar a unas horas y otros a unas diferentes. Ese tipo de cuestiones. Se podría dar un mejor servicio.
-Las asociaciones de usuarios y empresarios turísticos aplauden la gestión. ¿Teme que lleguen las quejas? -Yo vengo a realizar mi trabajo. Este sitio lo adoro desde hace muchos años y hay más cosas que me gustaría realizar. La gente puede valorar el esfuerzo que hacemos. Críticas malas las hubo y las habrá. En jornadas de máxima afluencia, en las colas para sacar el forfait, me han dicho que si no lo teníamos previsto. Claro que sí, pero llegamos hasta donde llegamos. Somos una instalación para una media de mil y pico personas y hay días en que se triplica.
-Hace un año le preguntaba que si no rezaba para que no hubiera una avería en el remonte de El Brañillín tras el cierre del Cuitu Negru. -Ante esa pregunta, ya le dije que no era de rezar. Los mantenimientos este año han sido escrupulosos con las piezas clave de las instalaciones al mil por cien.
-Pero puede pasar. Una avería en el remonte de El Brañillín sería dejar sin servicio la instalación. -Si ocurre, la gente tiene que entender que nosotros no lo deseamos.
-Antes de su llegada, los usuarios estaban en pie de guerra y ese malestar parece haberse calmado. -Me acuerdo de que en la entrevista le dije que uno de mis objetivos era cambiar la ola de pesimismo que había sobre la estación. Creo que esto se ha logrado. La gente se ha dado cuenta de que la mejor forma de trabajar es unidos y que cuando veamos que la estación recupera la normalidad, alguien se dará cuenta que hay que seguir creciendo.
-¿Alguien? ¿La Administración? -Solo puedo decir que yo no soy esa persona. Tengo que gestionar lo que tengo, aunque sí que me gustaría tener más cosas.
-¿Echa de menos el telesilla del Cuitu Negru (cerrado antes del inicio de la temporada anterior por motivos de seguridad) en días de máxima afluencia? -Esta estación puede funcionar de manera operativa tal y como está en la actualidad, con una media de 2.000 usuarios al día. ¿Cuántos días superamos esta cifra de esquiadores? El miércoles pasado y en otras siete u ocho jornadas más al año. Alguien tiene que valorar si merece la pena hacer una inversión enorme (lo dice en referencia a un remonte desembragable, presupuestado en ocho millones de euros) para esos días al año. Mi trabajo, efectivamente, consiste en aumentar las jornadas de máxima afluencia. Cuando registremos veinticinco días por temporada en los que se superen esas cifras de esquiadores sería, entonces, el momento de dar el siguiente paso. No tenemos una sobrecarga de trabajo salvo en momentos puntuales. La realidad nos enseña lo que hay.
-¿Se nota la llegada de gente de Madrid? -Sí. La llegada del AVE a León nos viene muy bien. Hemos estado trabajando muy duro para tener las pistas como están. Ofrecemos una estación en buenas condiciones a pesar de que no nevara tanto.
-El inicio de la temporada viene también marcado por el cobro de cinco euros a los esquiadores de travesía. -Hace treinta años tampoco nadie quería pagar por hacer esquí de fondo. Es obvio que cuando se pisan pistas y se genera un gasto, tanto en personal como en maquinaria, ellos también tienen que arrimar el hombro. Pero el fundamento de esa tasa es la seguridad en pistas; hay que ordenar su uso. Es muy peligroso que estén bajando un gran número de personas, de diferentes niveles, y estén subiendo otros en sentido contrario. No quiero vivir un accidente severo.
-¿Pero se regula con cobrar? -Sí, porque se ha habilitado un espacio exclusivo para ellos, nadie más puede bajar por su pista. Es un recorrido que se pisa y se baliza.
Los usuarios no están de acuerdo
«Los usuarios valoramos el labor del director de Valgrande-Pajares y de sus trabajadores, pero no vale solo con eso. Coincidimos en que es necesaria una mayor flexibilidad con el personal, que se pueda contratar en función de la demanda».
Son palabras del colectivo de usuarios de Valgrande-Pajares como reacción a la entrevista de El Comercio Digital, y después de que el miércoles se registrara una afluencia masiva en las pistas y hubiera esperas de
más de hora y media para adquirir el forfaitt.
«De poco sirve tener listo el equipamiento, con la nieve pisada y en condiciones óptimas, si la gente tiene que estar haciendo cola porque no había personal suficiente en taquilla»
El director destaca en la mencionada entrevista que había margen de mejora en la organización del equipamiento, en referencia a esa
flexibilidad, y añadió que la estación, tal y como está, tiene
capacidad para dar servicio a unos 2.000 esquiadores. Por eso, invitaba a reflexionar sobre la necesidad o no de hacer una
inversión millonaria para un nuevo telesilla desembragable, una de las peticiones históricas de la plataforma y que está presupuestada en unos ocho millones de euros.
«Sabemos que Pajares ahora es operativa, pero no se trata tanto de hablar de cantidad como de calidad», indica la plataforma. La agrupación señala que es necesario redactar un plan director
«con unas inversiones programadas para modernizar el equipamiento y dotar a la estación del nuevo remonte. Hoy todo funciona, pero puede que mañana, no»
En este sentido, quisieron recordar que los equipamientos de
Valgrande-Pajares son todos muy antiguos y que puede haber problemas en un corto plazo de tiempo.