No fue más que una apertura simbólica, pero muy agradecida por aquellos que se acercaron hasta el Port de Puymorens este fin de semana. La estación había recibido una intensa nevada esta pasada semana, y decidieron abrir una pista verde de 2,5 kilómetros. Poca pista, pero el golpe de márketing ha sido enorme. Ayer y hoy muchos medios franceses hablaban de esta estación en los Pirineos que había lograr adelantar al resto de complejos invernales (hablando siempre de las que no tienen glaciar), incluso a los de los Alpes.
La gesta tuvo su recompensa con el llenado de la pista de La Vignole por más de 300 esquiadores y snowboarders. La mayoría de esquiadores eran catalanes y provenientes del area metropolitana de Tolousse que no dudaron en pagar los 10 euros para estrenar los esquís esta temporada. Pudieron hacerlo desde las 10h a las 15,30h. Suficiente para muchos, poco para otros, que esperan poder volver en breve. De momento la estación no ha informado si abrirá este próximo sábado 18 de Noviembre, aunque quien si ha informado su aperura es Piau Engaly, quien también ha recibido un generosa nevada y el día 24 pondrá en marcha sus primeros remontes.
La otra estación en la zona, en este caso en la Cerdanya, es Masella, quien este fin de semana ha habilitado 6 kilómetros de pistas en la zona de Coma Oriola y el Pla de Masella-1600, de manera que los esquiadores podían llegar hasta la misma base. El complejo invernal catalán sí que continua abierto esta semana, días laborables inclusive. De hecho se mantendrá así ininterrumpidamente hasta final de temporada. Entre el viernes 10 de noviembre al domingo 12, han esquiado 4.800 personas. Quien no tenía forfait de temporada, debía abonar un forfait que estos días se cobra a 29 euros.