Sin embargo, Aramón, coherente con lo manifestado públicamente por su Presidenta Marta Gastón y con su permanente voluntad de alcanzar acuerdos con los operadores del sector de la nieve en Aragón, queda pues a la espera de que Astún, con objeto de poder avanzar en las negociaciones para su futura integración en los acuerdos comerciales alcanzados con Ibernieve, y siempre de acuerdo con esta, desista definitiva y fehacientemente de su permanente estrategia litigiosa. Es obvio para cualquier persona y empresa que mal pueden alcanzarse lealmente acuerdos comerciales entre partes cuando una demanda infundadamente a la otra. Si Astún no tiene un acuerdo comercial con Aramón desde finales de 2015 es porque libremente, en uso legítimo de su autonomía empresarial, decidió no tenerlo.
Aramón, como ha demostrado en estos dos últimos años, quiere desarrollar su proyecto empresarial alcanzando acuerdos con cuantos operadores o entidades estén dispuestos a hacerlo lealmente. Y así lo hace como grupo empresarial, a través de la libre decisión de sus órganos societarios y no como sugiere Astún como consecuencia de una decisión o aspiración del Gobierno de Aragón. Cuando de empresas se trata, obviamente, tales acuerdos han de tener como presupuesto básico el desarrollo del negocio para que ambas partes obtengan beneficios. Ahí, y en el diseño de estrategias empresariales para la mejora del negocio y del sector de la nieve, para mejorar sus beneficios y con ellos la actividad económica, el empleo y el desarrollo de los Valles aragoneses en los que opera, estará Aramón.