El 15 de enero de 2006 participaba por primera vez en la Copa del Mundo de Freestyle. Y ganó. Desde luego era la premonición de la gran carrera de una esquiadora que a punto estuvo de no ver nunca la nieve. Pese a que nace en Annency, Anaïs Caradeux se va con sus padres a la isla caribeña de Guadalupe. En un lugar donde las temperaturas no bajan nunca de los 20ºC y la montaña más alta es un volcán de poco mas de 1.400 metros donde nunca se ha visto la nieve, poco podría pensarse que esta deportista acabaría ganando pruebas y medallas en un deporte tan invernal como el esquí.
Pero a los 7 años su vida gira de nuevo a la Francia continental y allí descubre las montañas y su amor por el esquí. Desde entonces nadie la ha apartado de allí. A lo largo de su carrera ha ganado 4 medallas en los siempre muy exigentes X Winter Games de Aspen, varias pruebas de la Copa del Mundo y hasta un pequeño Globo de Cristal en esta competición, siempre en la disciplina de Half-pipe.
Hace tres años en Sochi, el half-pipe fue introducido por primera vez en los Juegos Olímpicos. Tres semanas antes de la gran cita, Caradeux se lesionó la rodilla izquierda compitiendo en Aspen. Llegó a Rusia con muletas, tratando de mantenerlas fuera de la vista de sus oponentes. Sabía que no debía competir, pero estaba desesperada por representar a su país, lo que fuera necesario. Finalmente tuvo que quedarse fuera. Los patrocinadores le abandonaron, y desde entonces ha tenido que tirar de un mecenas, de ahorros, de la gente de su valle que sabe lo que vale, y de empresas como la española Kustom Skis, que ha querido hacer una decidida apuesta por una esquiadora que se lo juega todo en PyeongChang.
Y es que a sus 27 años estos serán casi con toda seguridad sus últimos Juegos, aunque sabe que todavía le queda mucho por demostrar. Es su última oportunidad, así que todo tiene que ser perfecto, y por supuesto su material, algo que para ella es básico para poder ejercer sus mejores trucos.
- ¿Qué edad tenías cuando empezaste a esquiar?
No empecé a esquiar hasta los 14 años. Me inicié en La Clusaz, que es mi lugar de residencia actual. Hasta entonces vivía en la isla de Guadalupe, en mitad del Caribe, así que como podréis ver no tenía demasiada nieve. Luego me mudé a Annecy donde empecé a salir con mis amigos los fines de semana a esquiar en la montaña.
- ¿Quién te inspiro para llegar a ser una esquiadora profesional?
Por supuesto Candide Thovex (esquiador profesional francés) que durante los primeros años esquiaba en el snowpark con nosotros. Además tuve la suerte de evolucionar como esquiadora con él, y ver como se esforzaban en su día a día. Eso realmente me ayudó mucho a ser lo que soy ahora.
- ¿Cómo te sientes cuando estas en la montaña?
Siento como si el tiempo se parase, todos los problemas los dejo aparte, no pienso en nada. Es un lugar donde puedo escapar de la vida real. Me siento como si estuviera en mi propia casa cuando estoy en la montaña.
- ¿Encuentras difícil ser una mujer esquiadora en el mundo de esquí?
Claramente tiene sus dificultades. Nosotras intentamos equiparar la parte femenina del esquí, especialmente durante las competiciones. Tratamos de igualar las diferencias entre esos 2 mundos. El nivel de las esquiadoras no es igual que el de los hombres, pero sin duda ponemos el mismo esfuerzo que ellos.
A veces los medios, o los organizadores del evento no ponen tanta atención a las mujeres, ni nos dan las mismas oportunidades. Por ejemplo, en Nueva Zelanda tuvimos malas condiciones de tiempo durante la competición, y la organización decidió poner a competir a los hombres primero y solo dejar 2 bajadas para las mujeres en vez de 4. Cosas como esas son las que nos ponen dificultades y nos hacen enfadarnos y protestar, pero si no nos quejamos, todo lo que hemos conseguido hasta ahora nos lo van quitando poco a poco y todo el esfuerzo de años anteriores no habría valido para nada.
Desde que perdimos a Sarah Burke (Esquiadora profesional fallecida en 2012), que era nuestra voz representando a todas las mujeres y la mejor esquiadora sin dudarlo, nos hemos encontrado con grandes dificultades y los organizadores y los medios se han olvidado un poco de nosotras.
- ¿Que características buscas que tenga un esquí?
Me gustan los esquís cuando son muy juguetones, puedes hacer lo que quieras con ellos. Muy reactivos que puedas poner todo tu esfuerzo en ellos y que te respondan igual de bien.
- ¿Porque elegiste Kustom Skis para esta temporada?
Fue por casualidad. Los probé a principios de este verano en junio en un test, y observé que mi forma de esquiar mejoraba. Sentía que tenía más energía y más fuerza. He estado esquiando la pasada temproada con unos esquís más suaves y ponía todo mi esfuerzo e intenciones en la tabla y veía que no me respondían de la manera que yo esperaba. Cuando probé Kustom skis hasta mi entrenador se sorprendió, viendo que esquiaba de manera más reactiva y agresiva y que los esquís me respondían a la perfección con mi forma de esquiar. Fue ahí cuando tome mi decisión, viendo que mis esquís me complementaban y me ayudaban a mejorar mi forma de esquiar.
- ¿Que sensaciones tienes cuando estas realizando un salto?
En ese momento siento que todo es posible, cuando entras para hacer un salto y entras bien, puedes hacer lo que quieras en el aire. Y con estos esquís siento que me ayudan a hacerlo de la mejor manera durante la entrada al salto, mientras hago el truco y en el aterrizaje. Todo parece pasar a cámara lenta.
-Has esquiado por todo el mundo ¿Que lugar es el que mas te gusta?
Cuando viajas mucho, conoces gente nueva, diferentes culturas, distintos snowparks, pero cuando vuelves a casa, es algo que lo conoces tan bien que puedes jugar y pasarlo bien tanto como quieras sin sorpresas. Estas tan cómodo que para mí es lo mejor que puede pasar, y sin duda en La Clusaz es donde más disfruto.
- ¿Como sería un día perfecto de esquí para ti?
Para mí un día perfecto de esquí sería cuando has descansado toda la noche, te despiertas y ha caído 20 o 40 cm de nieve polvo, tienes a los pies de tu cama un buen café “macchiato latte”. Te preparas, te vistes, te pones tus esquís sales a las pistas y te das cuenta que no hay nadie porque las carreteras están cortadas por la reciente nevada. Tienes toda la montaña para tí y puedes pasarlo todo lo bien que quieras y cuando ya te aburres de estar sola en la montaña, aparecen tus amigos que ya han podido subir a las pistas. Durante la tarde cuando la nieve ya se ha posado puedes ir al snowpark con tus amigos y pasarlo genial.
- ¿Que has estado haciendo en verano?
Me encanta el surf, he estado surfeando mucho este verano, me encanta la sensación de estar de pie en la tabla que se asemeja a estar esquiando en nieve polvo. Y el océano es algo que se asemeja al sentimiento que tengo en la montaña. Es algo tan grande que no lo puedes controlar e intentas jugar y pasarlo lo mejor posible pero nunca sabes que puede pasar.
Este verano es el único en 4 años que no he tenido ningún tipo de lesión por lo que estoy disfrutándolo de la mejor manera posible. A parte de disfrutar, también estoy entrenando, entreno 4 horas al día 2 por la mañana y 2 por la tarde. Acabo de llegar de Bali y este fin de semana me voy a surfear a Hosegor.
- ¿Cómo te prepares mental y físicamente para una gran competición como los X-Games?
Mentalmente trabajo con un especialista, y hablamos de cómo me siento durante mis entrenamientos cuando consigo o no mis logros. Analizamos mis sentimientos y las razones por las cuales me siento de una manera u otra para evitarlos en un futuro o recrearlos para conseguir mis metas. Físicamente entreno 4 horas diarias con mi entrenador personal, pero a veces entreno por mi cuenta.
Durante el invierno antes de las competiciones me gusta salir en bici durante una hora u hora y media, para quitarme la presión de encima. También me gusta hacer yoga, para poder relajarme y estirar ya que no siempre puedo estar entrenado con pesas.
- ¿Que alimentos sueles comer antes de una gran competición?
No soy tan estricta con la dieta. Me encanta el chocolate, y la buena comida. El novio de mi compañera es muy buen cocinero y nos prepara muy buenas comidas. Como muchas verduras, mucho pescado, intento evitar la carne. Como mucha fruta, cereales, leche. No como nada raro en realidad, como como el resto del mundo.
- ¿Como controlas tus nervios cuando estás haciendo grandes trucos en el aire?
Lloro, lloro mucho para poder quitarme la tensión y los nervios. Me imagino que va a salir bien el salto, que voy a hacerlo, lo visualizo en mi cabeza y me repito una y otra vez que todo va a salir bien y que voy a conseguirlo. Para cuando voy a realizar el salto ya toda esa tensión y las dudas se quedan apartadas y estoy 100% concentrada en el salto. A veces funciona, a veces no, pero es la forma que tengo de prepararme mentalmente.
- ¿Cómo ves tu vida siendo una esquiadora profesional?
Mi vida está muy bien, muy divertida. A veces tienes que pellizcarte para darte cuente de realmente lo que estoy viviendo, ¿cuántas veces he viajado desde que tenía 15 años? ¿Cuánta gente he conocido? He podido hacer todo lo que me encanta desde que era pequeña y lo sigo haciendo como forma de trabajo. Intento disfrutarlo y aprovecharlo todo lo que puedo porque creo que es algo que no todo el mundo tiene la oportunidad de hacer.
A veces estás cansado de tanto viajar, o te encantaría estar en casa y vivir una vida normal.Es duro mental y físicamente sobre todo después de cada lesión, pero luego te das cuenta que todo el sacrificio merece la pena.
- Que piensas sobre la incorporación de discipilnas de freestyle como “half-pipe” o “slopestyle” a las olimpiadas?
Es interesante ver cómo ha evolucionado el deporte. Cuando empecé a esquiar éramos solo un grupo de amigos locos que hacíamos lo que nos encantaba hacer. Cuando empecé con los X-Games nos lo pasábamos súper bien éramos un grupo de amigas que nos apoyábamos y nos animábamos entre nosotras para crecer como esquiadoras, éramos como una pequeña comunidad.
Ahora en las Olimpiadas todo el mundo trabaja como un equipo, junto con tus compañeros de equipo, algunos te caen bien otros no tanto, pero hay un gran ambiente de competitividad y rivalidad. Creo que las nuevas generaciones no conocen lo que es viajar con su grupo de amigos y pasárselo bien con un tipo de presión distinta y más sana de la que se vive ahora. Hacíamos lo que nos encantaba, trabajábamos en verano para poder pagarnos el invierno. Ahora todo se basa en la competición y en los campeonatos, todo se ha vuelto mucho más serio.
Ahora cuando vas a entrenar a un half-pipe, te encuentras a todos los equipos hablando con sus entrenadores, y sin relacionarse unos con otros. Pienso que es muy bueno que el deporte haya entrado en las olimpiadas, ya que el alcance del deporte es mucho mayor y todo el mundo puede verlo. Pero también se han creado nuevas barreras, sobre todo económicas, y ahora los esquiadores tenemos que pagar por todo, lo que dificulta a los jóvenes poder acceder a este deporte.
En definitiva, creo que es bueno, pero también ha traído muchos cambios de los que no estoy muy de acuerdo. Tambien es interesante la introducción de deportes como skateboard o surf en las olimpiadas, y poder ver como los atletas van a encontrar el equilibrio entre ser “cool” y estar en las olimpiadas.
-Nos podrías contar que tipo de preparación estas realizando de cara a las olimpiadas de PyeongChang 2018?
Realmente no varía mucho mi preparación. En años anteriores intente variar mi rutina, comer mejor, entrenar más duro, ganar más musculo y eso es lo que en mi opinión creo que me llevo a lesionarme, ya que lo intente demasiado y mi cuerpo no estaba acostumbrado, no sabía cómo reaccionar, por lo que me llevó a lesionarme.
Así que este año intento juntar todas mis experiencias, ya soy una esquiadora “veterana” por lo que toda lo que sé lo puedo enfocar para mejorar. Conozco muy bien lo que puedo y lo que no puedo hacer. Intento ser más eficiente con mis entrenamientos.
- ¿Que tienes en mente para esta temporada?
Tenemos muchas competiciones este año, hay una en China, a la que me encantaría ir ya que nunca he estado. Bueno, solo en el aeropuerto. Me encanta descubrir nuevos sitios ya que casi siempre acabamos yendo a los mismos lugares.
También tenemos un campo de entrenamiento en Austria. Ya fui el año pasado y fue una experiencia increíble, porque es un sitio donde podemos entrenar sin presión con las mejores instalaciones que puedas imaginar. Tenemos una gran bolsa de aire y el half-pipe nos lo preparan y acondicionan todos los días para nosotros.
Sin duda esta temporada va a ser una temporada muy especial para mí, probablemente mi último año de competición en las olimpiadas. Estoy ansiosa por volver a ver a todos mis amigos, volver a estar en la carretera viajando y comenzar la temporada de la mejor manera posible.
