En un ambiente puramente primaveral que hizo las delicias de los espectadores, pero hizo sufrir a más de un esquiador por las condiciones cambiantes de la nieve, la eslovena Ilka Stuhec se adjudicó el Super-G de Copa del Mundo de Crans Montana. Y lo hizo tan solo dos semanas después de haberse proclamado campeona del mundo en St-Moritz en descenso.
Stuhec aventajó en medio segundo a la italiana Elena Curtoni y en más de un segundo a la austríaca Stefanie Venier que completaron el podio de la prueba. Es la sexta victoria de la temporada en Copa del mundo para la eslovena y la segunda en Supergigante que de esta manera confirma que el pequeño país ex-yugoslavo tiene una sustituta a Tina Maze como corredora a la que seguir.
Stuhec ya había ganado el viernes el Supergigante de la combinada, en la que fue segunda. El trazado técnico y el cambio de la nieve cuando se elevó la temperatura, fue letal para la italiana Sofia Goggia, que tomó muchos riesgos como de costumbre y acabó saliéndose de pista. La estadounidense Lindsey Vonn enferma desde el día anterior, acabó por los suelos y terminó golpeándose contra las redes protectoras. La esquiadora estadounidense se quedó enganchada con una de las puertas y tras frenar contra las protecciones protagonizó unos segundos de tensión al no moverse tras su caída, pero finalmente se levantó sin consecuencias.
La ausencia por lesión de la líder de la disciplina, la suiza Lara Gut, le ha costado el puesto, ya que la esquiadora de Liechtenstein Tina Weirather le ha adelantado y tiene 6 puntos de ventaja sobre la suiza y 16 sobre la eslovena. Lo que no cambia es la clasificación general, con la estadounidense Mikaela Shiffrin por delante de Gut y Stuhec.