El suizo afirmó que se juegan la salud y hasta su vida en cada carrera, y que el reparto de premios no compensa el riesgo que corren. El corredor de 32 años, quiere que se pueda establecer un organismo parecido a la ATP o WTA que gestionan los intereses de los tenistas y tenistas respectivamente, "pero los esquiadores son probablemente demasiado estúpidos para lograr algo así".
Critica que con la situación actual es complicado comercializar este deporte. "
El suizo participaba en un programa llamado "Camino a Saint Moritz 2017", ya que es en esa localidad donde se organizan los Mundiales de esquí alpino esta temporada. Y con él estaba también la liechtensteiniana Tina Weirather, quien añadió que hay demasiadas carreras y que según ella la gente está un poco saturada. Que son 58 carreras desde Noviembre a finales de Marzo, y que lo mejor sería quitar algún fin de semana de Enero o Febrero, porque de esa manera se genera más tensión entre la gente.
Precisamente será en esos Mundiales de Saint Moritz donde la FIS intentará probar su segunda innovación tecnológica en dos temporadas. Si el año pasado trató de introducir los drones para tener otro ángulo de visión del corredor y le salió mal después de que uno de estos aparatos cayese a escasos centímetros de Marcel Hirscher, este 2017 colocará a los corredores unos chips para que se pueda saber en todo momento la velocidad exacta que llevan o incluso el tiempo en el aire que pasan en cada salto.