A la hora de argumentar la subida de la tasa, el diputado de Desarrollo Económico, Miguel Ángel del Egido, explica que en la nueva campaña la mayor parte de los forfaits incluirán el seguro de primera asistencia y responsabilidad civil, que anteriormente no estaba englobado y debía ser pagado a parte, siempre y cuando el usuario lo solicitara. Esta tramitación provocaba largas e interminables colas, sobre todo, los fines de semana en las taquillas por la tramitación de los seguros de cada tipo de forfait, ya que requerían una serie de datos personales que «entorpecían enormemente la agilidad de los puntos de venta».
Otro de los argumentos, esgrimidos por el diputado, se centra en los gastos derivados del coste de las tarjetas desechables de los forfaits, con un coste elevado para la Diputación al precisar miles de ellos durante la campaña. «Incluir el seguro evita grandes colas, ahorra tiempo de gestión y supone más prestaciones de seguridad para los usuarios», asegura Del Egido.
El estudio económico que acompaña la nueva ordenanza refleja que San Isidro presenta un balance con un déficit previsto de 1,7 millones de euros para la temporada nueva, un desajuste derivado por los costes indirectos de la estación: amortización del inmovilizado (712.000 euros) y la repercusión de los gastos indirectos de personal de los servicios de la Diputación que debe asumir la estación (242.000 euros). Los ingresos estimados para la campaña 2016/2017 en el enclave invernal del Alto Porma y el Alto Curueño se han fijado en algo más de 2,5 millones de euros, mientras que los gastos se elevarán a cerca de 4,3 millones.
En el caso de Valle Laciana-Leitariegos, el informe apunta un déficit de casi 650.000 euros por los costes indirectos del propio espacio blanco: amortización del inmovilizado (algo más de 600.000 euros) y gastos de personal (rozará los 86.000). Los gastos estimados estarán cerca del millón de euros y los ingresos sobrepasarán los 1,3.
A estos 2,3 millones de pérdidas entre las dos estaciones, debe sumarse al menos otro millón derivado de gastos de amortizaciones e inversiones, así como el presupuesto destinado a cada enclave durante la campaña.
Todas las cantidades arrojan un déficit para la campaña que llega a alrededor de 3,3 millones de euros.
El diputado de la UPL Matías Llorente, quien reclamó en Pleno las estimaciones de pérdidas de la pasada campaña y de la que arrancará en noviembre, comenta que en las cifras aportadas por el área de Desarrollo Económico no aparecen los gastos de amortización e inversiones.
La pasada temporada la estación de San Isidro ingresó 1,2 millones y tuvo unos gastos que superaron los 2,8 millones, mientras que en la estación del Valle Laciana los ingresos alcanzaron los 620.000 euros y los gastos el millón.