La Semana Santa dejó una buena afluencia en el complejo burgalés, uno de los más pequeños y menos mediáticos del país que, sin embargo, se ha convertido en un lugar muy bien valorado por el público familiar. Un sector al que, con sus seis kilómetros de extensión de esquí alpino que ofrece, se lleva años dirigiendo también durante los meses de verano, en los que pone en marcha un centro lleno de actividades deportivas que distan mucho de las invernales.
Las últimas nevadas son la mejor ilusión en este centro de Lunada, que continúa su lucha por ofrecer una temporada que se alargue lo máximo posible. Por el momento, todo está funcionando a pedir de boca. Inmersos en el mes de abril y con una buena cantidad de pistas abiertas y espesores acumulados, se sueña con alcanzar el mes de mayo con las puertas abiertas.
Como ha ocurrido en el resto de estaciones, las precipitaciones han seguido cayendo sobre las pistas y ahora las previsiones siguen siendo bastante buenas. Uno de los mejores ejemplos se puede encontrar en su Snowpark, que todo hacía indicar que permanecería cerrado esta temporada. Sin embargo, el día 26 de marzo se procedió a su apertura.
Un gran momento del que todavía se continúa disfrutando en el complejo castellanoleonés. Igual que se hará desde este miércoles 6 de abril, cuando se reabre Lunada tras haber estado clausurada durante un par de jornadas por problemas con los remontes. Ahora ya está operativa y se prepara con mucha ilusión el final de temporada. Aunque da la sensación de que todavía está bastante alejado.
