El objetivo de los franceses es revitalizar una marca que lleva fabricando fijaciones desde 1948 en Nevers (Francia), pero que parte de su producción se maquillaba bajo el nombre de Rossignol. De esta manera se sientan las bases para conseguir una marca potente en caso de que interesase venderla.
De momento no es ese el objetivo, y por eso para el próximo Salón ISPO de Munich presenta dos novedades importantes. La primera es la nueva Konect que reemplazará a la TPI 2 Rossignol y la Fluid Dynastar. Se le añadirá las siglas WTR (Walk to Ride) porque mediante un giro de destornillados se podrá adaptar a las botas de esquí alpino clásicas, o a las que siguen la normativa Alpine Touring. La idea es tener una placa lo más semejante a una de carreras pero simplificando las herramientas.
La otra novedad, no oficial todavía, es la nueva serigrafía que montará Look para su relanzamiento como marca única, con un toque vintage pero actualizado, recordando los colores y la estructura de diseño de los '50.
Look nació en 1946, en 1950 sus fijaciones ya eran las oficiales de la selección francesa de esquí y un año después se convierte en proveedor único de Rossignol. En los '80 es comprada por el grupo Bernard Tapie, y poco después inventan los pedales automáticos para el ciclismo y gracias a la experiencia en trabajar el carbono, empiezan a hacer también cuadros para bicicletas. La empresa dividió entonces la sección de ciclismo y la de fijaciones, y en 1994 Rossignol compró esta última parte. Look se rebautizó entonces como Look Cycle, la cual sigue con los mismos colores originales, que compartirá con las fijaciones, aunque son empresas de propietarios distintos.