Dado los años que tiene este remonte, la estación ha decidido vender las cabinas a quien quisiera comprarlas. La semana pasada anunció la venta, y en tan solo cinco días liquidaron las 50 unidades. Solo ha quedado la que se usa para el rescate, algo más grande para que quepa una camilla, y pintada de blanco con una cruz roja.
Las cabinas se vendían 499 CHF, unos 455 euros, y según los responsables de la estación una tercera parte de los compradores eran extranjeros. Hay particulares que afirman que lo quieren reconvertir en lugar para que jueguen los niños, otros los quieren colocar en el jardín, y también hay empresas que quieren convertirla en una pequeña sala para reuniones, posiblemente inspiradas en las que tienen las oficinas de Google en Zurich. Hay quien incluso quiere hacer todo un trabajo de bricolaje y crear una especie de bar o centro floral.
De todas maneras las cabinas tampoco es que sean muy grandes. Sus medidas son 1,8 metros de altura, 1,2 de ancho y 1,7 de largo. El espacio suficiente como para que quepan cuatro personas sentadas sin demasiada holgura.
El Gant-Blauherd seguirá en funcionamiento hasta el mes de Abril de este año. A partir de ese momento, los nuevos compradores podrán empezar a buscarlas bien por Zermatt o Täsch, y ya pueden ir preparados con algún vehículo que pueda cargar con los 160 kilos de peso de cada una de las cabinas.
La cabina de rescate será regalada al ganador de un concurso de fotografía.