La temporada ha comenzado de forma inmejorable en Grandvalira con la mitad de pistas abiertas y unos espesores máximos que alcanzan los 50 cm. Estas condiciones también ayudan a que, cuando todavía faltan tres meses para acoger la cita internacional, las actuaciones en la pista Àliga, ya abierta al público, estén en marcha.
Este trazado se encuentra en el sector El Tarter de Grandvalira y tiene una longitud de casi 3 km y un desnivel de 600 m. El punto más alto del Súper-G es a 2.320 my la meta está situada junto al aparcamiento de El Tarter a 1.720 m.
Este proceso de evaluación consisten en hacer agujeros de unos 30 centímetros de profundidad a lo largo de toda la pista para valorar la densidad de la nieve. La situación perfecta se da cuando la nieve pesa lo máximo posible, por tanto, cuando es densa y está el poco aire. Esta es la forma que la nieve se mantenga durante el paso de todas las deportistas.
Estas catas serán llevadas a cabo por el equipo técnico de la Copa del Mundo Grandvalira 2016, liderado por el jefe de carrera - Jordi Pujol - desde un mes antes de las competiciones y hasta ocho días antes de la celebración de las pruebas. Será en ese momento, cuando un equipo de la FIS realiza las catas de nieve oficiales y valida el estado de la pista otorgando la aprobación para celebrar las pruebas en la fecha prevista.