Sugarbush Ski Resort ha visto la mayor inyección de dinero de su historia, al recibir 20 millones de dólares de 40 donantes millonarios. Y no es que la estación de Vermont se haya puesto de moda entre la 'beautiful people' sino que han querido aprovechar un Programa Federal que otorga la tarjeta de residencia en Estados Unidos a todo aquel extranjero que invierta mas de 500.000 dólares en empresas en dificultades financieras.
Lo que algunos critican como una entrada para millonarios, para Sugarbush ha sido todo un maná que le ha caido del cielo, puesto que el dinero de estos 20 extranjeros se conceden a un muy bajo interés. Además deben esperar cinco años para reclamar el dinero de vuelta.
Así, los de Vermont, que estaban con una mano en el botón de cierre definitivo, se han gastado el dinero rápidamente en renovar sus cañones de producción de nieve (que además estaba subvencionado por el Estado dentro de un programa que buscaba modernizar todos los sistemas de innivación artificial de Vermont), ha comprado tres remontes, dos cintas, ha modernizado su edificio de servicios y ha cinstruido dos lodge con restaurante. Y por supuesto ha pagado los préstamos a alto interés que la estaban ahogando. La inversión ha salvado 400 puestos de trabajo fijos todo el año, y más de 1.000 que se contratan en épocas de fuerte trabajo.
Otros 20 inversionistas se apuntaron a invertir en Warrent, otro resort, sin pistas de esquí, pero en el mismo estado de Vermont. En total se calcula que 40 millonarios extranjeros de 18 nacionalidades distintas han conseguido la tarjeta por esta 'vía rápida' este año entre los dos complejos. Todos ellos han estado asesorados por un bufete de abogados de Washington D.C. que fue el que canalizó el dinero hacia estos dos centros turísticos.
De todas maneras Sugarbush espera hacer una oferta de pago a estos inversionistas el año que viene después de acabar un edificio de 16 condominios (apartamentos en régimen de multipropiedad). Cada uno de estos apartamentos saldrán a la venta por 688.000 dólares a 1,25 millones, prácticamente el dinero que han recibido prestado.
El Programa Federal al que se han acogido estos millonarios extranjeros es conocido como EB-5 y se creó en 1990. Hace ocho años solo se acogieron 800 perdonas. Solo el año pasado ya eran 10.000 millonarios (cada uno con su cheque de 500.000 dólares en la mano), 9.128 de procedencia china. Le siguen Corea del Sur (162), Taiwán (99), Vietnam (92) e Irán (63).
Sugarbush no ha sido la única que ha usado este método para salvar los muebles. Jay Peak logró levantar 545 millones! de mas de 800 inversionistas acogidos a EB-5 en varios años. Con ese dinero amplió la estación, la modernizó, colocó hasta un molino eólico, y hoy es la segunda estación mas importante del Estado. Pero la Comisión de Bolsa y Valores está investigando si todo se ha hecho legalmente y bajo los parámetros del Programa Federal.
30 proyectos mas están en investigación, la mayoría de ellos porque se piensa que se está usando para lavar dinero, fraude, esionaje y venta de narcóticos.
David Morris, propietario de Sugarbush afirma que no tiene nada que temer. Que un día en 2006 estaba en su oficina, y 'de la nada' le llamaron para ver si estaba interesado en recibir dinero del programa EB-5. Que los bancos no le prestaban dinero y quien lo hacía era a un interés muy alto. Compró el complejo junto a dos socios en 2001, en plena crisis tras los atentados del 11-S, y necesitaba modernizar el complejo de arriba a abajo. Restaurantes antiguos, cocinas viejos, alojamiento por reformar, etc... Dice que no sabía nada de este programa y que se quedó algo perplejo cuando le dijeron que 20 millonarios extranjeros iban a dejarle medio millón de dólares cada uno. Tras consultarlo con su abogado, aceptó el dinero.
Entre los dos años que lleva financiándose de esta manera ha recibido 20 millones de dólares de 40 inversores distintos, "no nos prestaba dinero ni un banco. Nuestra solvencia era terrible" afirma.
