Astún muestra su rechazo al impuesto del cable

¿COMUNICADO CONJUNTO DE LOS AUTÓNOMOS, TRABAJADORES Y DIRECCIÓN DE CUALQUIER EMPRESA ESPAÑOLA.?

Ante la noticia publicada en la prensa sobre la imposición de impuestos sobre el transorte, gravando los combustibles, los autónomos, los trabajadores y la dirección de Cualquier Empresa Española, queremos manifestar nuestro rechazo y oposición a la adopción de dicha medida.

Entendemos que el cualquier sector económico es un sector estratégico en la economía española y especialmente en el lugar de la provincia donde se ubique, donde actúa como el motor que dinamiza la economía del lugar, atrayendo a la zona trabajo y recursos económicos de los que autónomos y trabajadores por cuenta ajena tan solo obtienen una pequeña parte, beneficiando con su actividad a toda la comarca en la que se asientan las empresas.

Cualquier sector está sufriendo con gran agudeza los efectos de la crisis económica, afrontando graves problemas económicos y financieros, como es bien sabido por el Gobierno de España.

Entendemos que cualquier sector de actividad de España no tiene capacidad económica para soportar este impuesto y que por lo tanto es injusta su implantación al exigir ingentes esfuerzos tributarios a quienes no están obteniendo beneficios de su actividad, y que por lo tanto, no están en situación de poder pagarlo.

Además, genera una pérdida de competitividad de las empresas españolas frente a las de otras regiones y otros naciones en las que no existe este impuesto y que por lo tanto, no se verán obligadas a subir los precios de sus servicios.

Este encarecimiento de los servicios en España y la consiguiente pérdida de competitividad y de clientes de sus empresas acabará repercutiendo de manera grave en todos los negocios y empresas del país, dificultando e incluso propiciando la destrucción de empleo.

En los años en que estuvo vigente el impuesto , ya se pudo apreciar los efectos que produjo en este país. En primer lugar no resolvió ningún supuesto daño ambiental, ni mejoró la calidad de los servicios ofrecidos por la administración a la ciudadanía, ni supuso ninguna ventaja apreciable con relación a la preservación y protección del medio ambiente.

Sin embargo, sí que generó graves problemas económicos a nuestras empresas, obligándolas a subir precios para pagar el impuesto, privándolas de competitividad y de capacidad para hacer inversiones y favoreciendo por lo tanto la pérdida de clientes y exportaciones, lo que acabó repercutiendo negativamente sobre toda la economía de España, que además, no se vio compensado con ningún tipo de inversión pública en ningún sector, a diferencia de lo que sucedió en otros lugares de Europa, donde sí que se realizaron ingentes inversiones públicas que redujeron el impacto negativo del impuesto.

Dada la situación de grave crisis que actualmente atraviesa cualquier sector de la actividad económica, consideramos que en este momento la reintroducción del impuesto podría tener unos efectos todavía más perjudiciales para la economía de este país, que tal vez no hayan sido apreciados con realismo y mesura por parte del Gobierno.

Por todo ello, reiteramos nuestro rechazo al restablecimiento del impuesto sobre el transporte y pedimos al Gobierno de España y al resto de los grupos parlamentarios de las Cortes de España que se abandone definitivamente la idea de reintroducirlo, dadas las nefastas consecuencias que produciría, especialmente en un escenario de grave crisis de las empresas del sector.
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Yo tampoco me gustapagar impuestos por ningún tipo de transporte. Que quiten los impuestos a los combustibles y el IVA a las autopistas.

Hay instalaciones deportivas que tienen "connotaciones positivas" para la sociedad general. Por ejemplo una piscina cubierta munincipal. Si haces una encuesta sobre que opina la población general de que se construya una piscina munincipal, el 99 % te responderá que lo ve muy bien.

En cambio el esquí no tiene connotaciones positivas para la sociedad general, al menos en España (dejamos Austria, Suiza y Francia aparte). En España, salvo quienes lo practican y los que viven del de él, el esqui es un deporte con connotaciones claramente negativas, basadas en dos premisas: 1.Clase social alta (pijos) y 2.Destrución del medio ambiente. Si haces una encuesta sobre que opina la población general de que se construya una estación de esquí, el 80 % te responderá que lo ve muy mal.

Esto ocurre porque España es un pais subdesarrollado en cuanto a cultura del ocio, a la cola de Europa. Pasa exactamente igual con la Naútica Deportiva. En Francia la Naútica es una filosofía de vida, se organizan todo tipo de cursillos de vela a través de los colegios, de las comunas,se potencia el sector de la naútica como fuente de riqueza, hay infinidad de escuelas públicas de vela, hay rampas públicas en los puertos para bajar tu barquito. En España la naútica deportiva es utilizada para freir a impuestos al pobre desgraciado que quiere tener un barco, que además es visto por la sociedad como un pijo clasista. Los ayuntamientos españoles ven los puertos deportivos como oportunidades de pelotazo, no como lo que son, una instalación encaminada al deporte, igual que una piscina pública.

En España cuentas en el curro que te has gastado 200 € en una cena y la gente te da palmadas en la espalda y te dice que eres muy guay, te preguntan que vino tomaste, etc... En cambio dices que te gastas 500 € en unos esquis que te durarán 10 años y te dicen vaya, hay que ver lo pijo que eres.