Entre ellos, la selección española de 'boardercross' de snowboard, equipo que integran el cántabro Laro Herrero, el ceutí Regino Hernández y el vasco Lucas Eguibar, último ganador de la Copa del Mundo de la disciplina, que se entrenan estos días en el glaciar situado a pies del pico Allalin (4.027 metros),
Los entrenadores se comunican mejor, comparten herramientas de entrenamiento como cronómetros, radios, etcétera; y lo hace todo más sencillo. Pero, al mismo tiempo, está provocado porque era la solución más económica dentro de la situación que tenemos dentro de la federación, en la que no podemos aspirar a día de hoy a llevar a cabo programas como los que se hacían en la anterior década, en la que la subvención ordinaria era mayor.
Y ahora, mientras que no seamos capaces de reducir la deuda, que asciende a un millón de euros, a través de la generación de recursos propios, tenemos que buscar soluciones como ésta, que, rebasado el ecuador de la pretemporada, podemos decir que ha sido un éxito total. Porque, aparte de permitir a muchos deportistas del equipo nacional entrenar, le hemos dado una herramienta a los centros de tecnificación, que cubren el programa de unos 70 deportistas en toda España una posibilidad de entrenamiento continuo en verano, que, a largo plazo, revertirá en la federación.
Es decir, que estos chicos jóvenes que ahora entrenan mucho más que hace años, seguramente serán los que seleccionemos para los equipos nacionales dentro de dos o tres. Estamos haciendo una inversión de futuro, también.
Nos gustaría no sólo mantener esta idea los próximos años, sino, además, abrirla a otras disciplinas. En el glaciar de Ramsau (Austria) queremos empezar una fórmula parecida, más pequeña, en dos apartamentos, para el esquí de fondo. Que allí puedan los centros de tecnificación compartir entrenamientos durante octubre y noviembre con (el guipuzcoano) Imanol Rojo (olímpico el año pasado en Sochi, Rusia), que es nuestro fondista más puntero.
La idea es la misma: compartir conocimientos entre los entrenadores, convivencia entre los deportistas y, obviamente, minimizar los gastos. Nos gustaría mantenerla y reproducirla también en invierno, porque España siempre tiene que estar desplazada en Centroeuropa o en los países nórdicos y el ir de hotel en hotel nos supone un gasto muy grande, no sólo por lo que cuesta, sino por la logística de cambiar de un sitio a otro constantemente.
Nos es mucho más sencillo establecer una base, transportar todo el material allí, tener ahí todo el operativo; y desde allí irradiar a las distintas competiciones que haya por Europa, en lugar de volver a España cada vez con todo el instrumental".