Carolina Ruiz “Si tuviera que volver atrás, no cambiaría nada”

R.- Empecé a esquiar cuando era muy pequeña en Sierra Nevada donde iba frecuentemente con mi familia. Pero si hablamos del inicio de mi carrera como esquiadora profesional, te diría que comenzó con el entrenamiento intensivo fuera de casa. Tenía 12 años y, gracias a un acuerdo entre el Colegio San Estanislao de Kostka y la Federación Española, nos ofrecieron a un grupo de esquiadores jóvenes realizar un programa de estudios y preparación deportiva en un internado en Francia. Afortunadamente pude entrar en el programa gracias a mis padres, ya que ellos siempre me apoyaron a seguir una carrera en el esquí, y yo disfrutaba esquiando por lo que me pareció un buen plan.

R.- Sí, por una parte sí, porque siempre me gustó lo que hacia, supongo que con 12 años no era tan consciente de hacia dónde iba, pero era mi sueño y mis padres me dieron la oportunidad de poder hacer este deporte. Además, me impulsó a seguir este camino la rápida progresión de las carreras y buenos resultados que obtenía.

Estaba en buena forma, era un buen momento y para mí era importante acabar bien y poder decidirlo, no verme obligada por otras circunstancias.

R.- Gracias a este programa, de los 12 a los 15 años tuvimos todas las facilidades en los estudios que ofrece una escuela privada y además tenía una formación muy buena con la ventaja de que podíamos dedicarle mucho tiempo a entrenar. A los 15, acabando este programa, fui concienciándome de lo que quería hacer y empecé a dar prioridad al esquí sobre los estudios. Si quería dedicarme al mundo del esquí, entrenar y llegar a las competiciones al nivel que necesitaba y requería, no podía seguir un plan de estudios normal como todo el mundo, yendo a clase con una rutina de una estudiante más. Así que tuve que buscarme la vida estudiando en un instituto a distancia, hice dos cursos en un año. Poco a poco fui dejando de lado los estudios y dando más importancia a la preparación y a la nieve.

Está fue la etapa en la que pasé al equipo nacional B, donde permanecí un año y de ahí llegúe al equipo nacional A, que era el equipo de copa del mundo. Con 16 años había tenido una progresión muy rápida, basada en los resultados, subiendo de grupo, y en este momento ya era consciente de que no era posible compatibilizar mis estudios con el nivel de exigencia de los entrenamientos.

R.- Puedo decir, que la más grande, en ese sentido, fue la primera vez que participé en la Copa del Mundo. Es el circuito más importante que existe y por el mero hecho de participar ya estaba impresionada. Fue algo bonito y alucinante en muchos sentidos…Lo recuerdo como algo enorme, a lo grande, pero por encima de todo sentía que estaba realizando mi sueño.

Yo he hecho 4 ó 5 amigas de verdad, con las que he mantenido contacto más allá de las competiciones. Nos reunimos en verano y nos visitamos a menudo… después de tantos años de competición aprendes a ver a las personas, y no solo a una rival .

R.-Tengo una serie de hábitos para prepararme, para controlar los nervios, pero ¡manías no! No soy de las que llevo la misma camiseta, o calcetines para que me den suerte. Sin embargo, si tengo una rutina, antes de una carrera, desayuno distinto, hago un entrenamiento matutino, hago calentamiento, escucho música, me relajo, me gustan hacer cosas así que me ayudan a controlar los nervios antes de la competición.

R.- ¿Hacer amigas? es fácil y no es fácil, como todo. Al final cuando llegas a lo más alto es un circuito bastante pequeño, en el que estamos unas 60 ó 70 chicas y nos conocemos todas, algunas llegan nuevas y otras se van, pero al final puedes estar con las mismas chicas compitiendo durante varios años. Nos conocemos todas, sabemos quienes somos, pero no todas son amigas. Yo he hecho 4 ó 5 amigas de verdad, con las que he mantenido contacto más allá de las competiciones. Nos reunimos en verano y nos visitamos a menudo. Esta claro que nunca dejan de ser tus competidoras, pero después de tantos años de competición aprendes a ver a las personas, y no solo a una rival .

R.- He coincidido en años y en equipo con ella, hemos pasado muchos años juntas en nuestra carrera deportiva, pero ya nos conocíamos de antes. Nos conocimos de pequeñas, vivíamos las dos en Sierra Nevada muy cerca y yo era de la misma edad que su hermano pequeño. Yo la veía como mi ídolo, 6 años mayor que yo, desde pequeña ella ya se iba fuera a competir y era el ejemplo más cercano que tenía de esquiadora de competición.

Más adelante coincidimos en el equipo de la Copa del Mundo. Cuando entré en el equipo A con 15 años, al mismo grupo donde estaba ella, recuerdo que me apoyé mucho en ella y me ayudó tener a una persona de confianza que conocía ya desde hacía mucho tiempo. En esa época era la que más me ayudaba, uno de mis grandes apoyos.

R.- Mis padres han sido mis grandes apoyos, siempre han estado ahí, en todas las situaciones. Ellos han sido los que me han apoyado desde pequeñita para hacer lo que me gustaba. Más adelante he tenido también el apoyo de Andrea, que ahora es mi marido. Hemos estado muchos años juntos y él ha crecido conmigo en mi carrera deportiva, ya que nos conocimos cuando yo empezaba a hacer carreras internacionales, y ha estado a mi lado, viviendo conmigo mi carrera profesional. Estas son las 3 personas más cercanas que tenido y tengo, estos han sido mis mayores apoyo y lo seguirán siendo muchos años.

Además he recibido mucho apoyo de una lista interminable de personas y entidades, de Sierra Nevada, de mi club, de la Federación, y de otras muchísimas personas que harían una lista interminable, entre ellos, estos últimos tres años, mi club de fans.

Han sido muchos años y a lo largo de este camino, han ido apareciendo personas en mi vida que me han ido ayudando de alguna u otra manera y aportando mucho. Me han prestado su apoyo y su ayuda en diferentes momentos.

R.- Yo lo veo de otra forma. Sí, he renunciado a cosas respecto a una niña normal que va al colegio y luego a la universidad. He hecho otra vida, pero todo a lo que he renunciado ha sido por elección. Está claro que a nivel de formación, el deporte exige mucho tiempo y compromiso, y que no es fácil de compaginar con los estudios. Aunque eso hoy en día con internet tampoco es una excusa, pero no puedo decir que haya renunciado a nada.

Si tuviera que volver atrás no cambiaría nada. Todo lo que me ha dado esta vida, y lo que he aprendido no lo cambiaría por nada. He vivido una experiencia increíble, he conocido a personas maravillosas y felices, he aprendido varios idiomas. Lo que más valoro es que ahora sé desenvolverme con gran soltura en el mundo de una forma que una persona con una vida corriente no.

R.- Por encima de todo, esta vida te enseña a ser profesional en todos los sentidos. Aprendes a tener unas rutinas de trabajo. Aprendes a apreciar lo que cuestan las cosas porque nadie te regala nada. Aprendes a luchar por lo que realmente quieres, que hay ciertos momentos en los que las cosas no son fáciles y que las cosas no salen como uno quiere. En esos momentos o te haces mas fuerte y aprendes de ello, o te derrumbas y cambias de camino. Te enseña a vivir de una forma y luchar por lo que más te gusta. Hay muchos obstáculos desde que eres pequeño, es difícil, sobre todo la parte física, de entrenar y no conseguir resultados. Los resultados son importantes pero me quedo con la vida que he llevado, no solo con el recuerdo de haber quedado segunda o tercera en esta o aquella competición, me quedo con el recorrido, con lo vivido, con mi esfuerzo.

R.- La decisión se debe a que ya son muchos los años que llevo ahí arriba, y empezaba a tener otras motivaciones. Han sido varias cosas. Estaba en buena forma, era un buen momento y para mí era importante acabar bien y poder decidir, no verme obligada por otras circunstancias.
Por lo tanto me siento muy bien porque he sido yo quien ha decidido acabar con esta etapa para dedicarme a esas cosas que no he podido hacer durante todos estos años. Me imagino que lo echaré de menos porque es lo normal pero no tengo remordimiento ni mala conciencia de esta decisión.

R.- Desde el pasado mes de mayo, trabajo como directora deportiva de la federación andaluza, y además estoy terminando un titulo de organización de eventos. Ahora estoy centrada en el nuevo trabajo, vinculada a la nieve, a los deportes de nieve y encima tengo la suerte de estar en mi casa, que es Andalucía. Además, me han otorgado dos becas, una para terminar el último curso de técnico deportivo para el cual ya solo me falta el nivel superior, y la otra para realizar el máster que quiera.

Durante todos estos años he vivido el momento, cuando empecé pensaba en el futuro pero a corto plazo, así que nunca he tenido nada tan claro que quisiera hacer, más allá del esquí. Aun no me ha dado tiempo a decidir a que me quiero dedicar, por ahora estoy centrada en el trabajo, que tiene que ver con lo que me gusta pero es distinto a lo que he hecho hasta ahora. Aún no me planteo ser entrenadora, porque sería el mismo tipo de vida que estaba haciendo. Ahora aunque esté en el mismo ámbito del deporte de invierno, hago un trabajo más de coordinación de entrenadores y en todas las disciplinas del deporte de invierno. Quería un cambio, pero a la vez poder seguir vinculada a este mundo.

Que sigan su sueño, que luchen por ello porque no es un camino fácil. Que lo bonito es vivirlo y que en España no puede ser una excusa el que no se puede llegar más alto. Que ya lo hemos hecho muchos. Que no dejen que nada les quite de realizar su meta.