Según la agencia de prensa AP, Alta afirma que los esquiadores encuentran el área más
Una de ellas es la propia Alta, a quien ya llevaron a juicio hace un par de años y perdieron. Entonces Wasatch Equality argumentó que puesto que las pistas de Alta están en montañas alquiladas al Servicio Forestal de los Estados Unidos (como gran parte de las estaciones del país), esas tierras eran por tanto públicas y debían dejar de impedir el paso a los snowboarders ya que la Constitución prohíbe el veto a culquier persona por raza o sexo. Pero resulta que la entidad pública se puso de lado de la estación al afirmar que no estaba escrito en la constitución que hubiera un 'derecho al snowboard' y por otra que a las personas no les identificaba ni se les barraba el paso dependiendo de su raza o sexo, sino de lo que llevara en los pies.
Pero los cuatro snowboarders en la apelación han vuelto a insistir en que la prohibición es discriminatoria, y en base a "estereotipos anticuados que alienta divisiones que enfrenta a esquiadores contra snowboarders". También afirma que Alta ha convertido tierras públicas en un campo privado.
Su apelación fue desestimada el año pasado por el juez federal de distrito Dee Benson, que dictaminó que los snowboarders no tienen un derecho constitucional a practicar su deporte. No hay fecha aún fijada por el tribunal para escuchar los argumentos orales.
Si bien Alta se mantiene en sus trece, tarde o temprano tendrá que dejar pasar a los snowboarders, ya que es una de las estaciones implicadas en el gigantesco proyecto One Wasatch, que unirá siete estaciones de Utah mediante remontes, pistas y hasta túneles, conformando el dominio esquiable mas grande de Norteamérica, y uno de los más grandes del mundo.
También en Utah la elitista Deer Valley tampoco permite el paso de los snowboarders, pero nuevamente tendrá que ceder ya que también está dentro del proyecto One Wasatch.
Más complicado que cambie su parecer será Mad River Glen en Vermont, ya que no tiene una necesidad de futuro, y sus tierras además son propias, no alquiladas al U.S. Forest Service.
Hace cuatro años tampoco Taos Ski Valley, en Nuevo México, dejaba pasar snowboarders. Pero tras ver como muchos grupos y familias con algún miembro snowboarder se pasaba a Sipapu Ski Area, decidió levantar la prohibición. Y es que el problema no es el acceso al escaso 25% de practicantes de la tabla ancha, sino que si va acompañado de varios esquiadores, todos se tienen que ir a otras pistas.