La actividad principal es la bicicleta. Cuando acaben este stage en seco habrán recorrido mas de 1.000 kilómetros por la isla. Una empresa mallorquina que alquila bicicletas de carretera cede el material, y gracias a acuerdos con la Federación las estancias en el hotel también tienen precios reducidos.
Las etapas en bicicleta son tanto en terreno llano como en puertos de montaña. El entrenador de las corredoras, Hans Flatscher, también se monta en la bicicleta y las acompaña, igual que Urs Lehmann, presidente de Swiss-Ski. Cada recorrido tiene unos 140 kilómetros y tardan en completarlo unas cinco a seis horas. Las dos primeras horas en llano. Luego se enfrentan a su primer puerto de montaña, el del Coll de Sóller, un pequeño paso con 500 metros de desnivel que les permite llegar a la verdadera prueba: el Puig Major, la montaña más alta de la isla Mallorca, al que se llega tras un largo ascenso de 13 kilómetros. Después tocan otros 60 kilómetros mas en llano.
También, con el objetivo de fortalecer tronco y brazos, harán partidos de voley-playa y natación, combinados eso sí con tratamientos en el hotel. Pero antes de todo eso, y antes de desayunar, a primera hora de la mañana, harán ejercicios de yoga en una colchoneta en la playa en un ambiente que a esas horas se promete tranquilo, fresco y relajado, antes de que lleguen las hordas de turistas.