El año que viene se cumplirán 40 de su histórico triunfo en los Juegos de Innsbruck, ante su público. ¿Va a haber alguna celebración especial?
No. Que yo sepa, no.
Igual le dan una sorpresa, ¿no?
No hay nada planeado. Pero lo que me sorprende a mí es que haya pasado tanto tiempo. A mí me parece que fue ayer.
Cada año que pasa parece usted un año más joven y además...
(interrumpe) Gracias, ¿qué quiere tomar? (se ríe)
No, en serio: fue el gran dominador en la década de los 70. Pasan los años y su récord sigue sin batir. Nadie ha igualado aún esos 25 triunfos en descenso. ¿Cómo siente uno al levantarse?
Me siento muy bien, está claro. Pero también tengo que decir que cada vez hay más competencia, todos están a un nivel muy parejo y ahora es más difícil ser tan dominante como fui yo en los 70. Pero me lo pasé muy bien, sí (ríe). Es un sentimiento fantástico ver que sigues siendo el que más descensos ha ganado.
También tengo que decir que, en mi época, yo me ponía mis esquís y esquiaba. Ahora es muy importante toda la parte técnica en la preparación de los esquís y todas esas cosas.
También tengo que decir que, en mi época, yo me ponía mis esquís y esquiaba. Ahora es muy importante toda la parte técnica en la preparación de los esquís y todas esas cosas.
Su compatriota Marcel Hirscher acaba de lograr su cuarto triunfo en la Copa del Mundo, una victoria histórica, al ser la cuarta consecutiva, algo que no había logrado nadie antes. ¿Le ve igualando o superando el récord de cinco triunfos de Marc Girardelli?
Sí, sí. Desde luego. Tal como esquia, con el equilibrio que tiene, no lo dudo. Acabo de estar con él en Salzburgo y da una sensación estupenda. Está fuerte y también está equilibrado internamente. Estos próximos tres o cuatro años se puede esperar que gane muchas cosas.
Hace un año me contaba, en los Premios Laureus de Kuala Lumpur, que no le parecía buena idea que Hirscher disputara algún supergigante este año. ¿Sigue pensando que era innecesario o ha cambiado de opinión? Yo creo que no tenía necesidad de hacerlo. Creo que lo hace para ampliar su repertorio de esquiador. Pero si ambas disciplinas (gigante y eslalon, en las que Hirscher logra sus triunfos) las haces como las hacían un (Alberto) Tomba o un (Ingemar) Stenmark, sigo pensando que deberías ceñirte a ellas, que son tu especialidad. Y ganar en esas disciplinas.
Puede hacer buenos supergigantes o igual algún descenso, pero no puede ganar en esas disciplinas. Ese era mi planteamiento cuando competía: prefería hacer sólo una disciplina y ganar, que hacer buenos puestos en tres disciplinas y no lograr victorias.
En su época no existía el supergigante. ¿Le hubiese gustado que ya existiese? Seguramente tendría bastantes más triunfos en Copa del Mundo. Puede hacer buenos supergigantes o igual algún descenso, pero no puede ganar en esas disciplinas. Ese era mi planteamiento cuando competía: prefería hacer sólo una disciplina y ganar, que hacer buenos puestos en tres disciplinas y no lograr victorias.
Claro que me hubiese gustado. Seguramente me hubiese gustado mucho, además, porque a mí se me daba bien el gigante. Una temporada entraba casi siempre entre los mejores diez, así que creo que hubiese funcionado, sí.
Cuando introdujeron el supergigante, a mí la idea no me gustó, inicialmente, porque ni era un descenso, ni era un gigante. Aunque ahora se ha desarrollado muy bien y es una disciplina importante.
Cuando introdujeron el supergigante, a mí la idea no me gustó, inicialmente, porque ni era un descenso, ni era un gigante. Aunque ahora se ha desarrollado muy bien y es una disciplina importante.
¿No le da algo de rabia, en el fondo, porque tendría muchas más victorias, seguramente, en Copa del Mundo?
Da igual. Creo que esquié en la mejor época, cuando el esquí tenía un nivel de apreciación tremendo. Y a mí el esquí me hizo famoso en muchos sitios. En América, en Inglaterra y, por supuesto, en todas las naciones tradicionales de esquí.
Algo que creo que ya no sucede ahora. En aquellos momentos el esquí estaba creciendo en un plano mundial.
Algo que creo que ya no sucede ahora. En aquellos momentos el esquí estaba creciendo en un plano mundial.
Su hija estudió en Madrid. ¿Se deja caer usted alguna vez por España?
Sí, claro. Ya acabó, pero estuve en la ceremonia de graduación. Madrid es una ciudad muy bonita. Y en España también es un sitio en el que he esquiado y que me gusta.
Fuente:
