Al parecer el telesilla King Pine tuvo algún tipo de incidente en una de las dos cajas de engranajes que conectan el motor eléctrico del ascensor a la pieza rodante donde está la salida del cable. Acto seguido se paró, e inmediatamente comenzó a funcionar hacia atrás a alta velocidad. Estos remontes tienen un tipo de accionamiento de seguridad, de manera que cuando ocurre alguna incidencia, se puede accionar un motor de marcha atrás si es posibe, pero funciona de manera más lenta, por seguridad.
No fue así como pasó en Sugarloaf. Algunos de los ocupantes al que pilló el parón en la estación de salida levantaron la barra y se dispusieron a bajar. En ese momento como una de esas peliculas de terror de 'serie B' el remonte comenzó a funcionar hacia atrás rápidamente. Algunos de los pasajeros estaban con la barra subida sin poder bajarla y empezaron a caer. Otros quedaron medio colgados y empezaron a saltar, provocando hasta siete heridos, cuatro de ellos trasladados de urgencia al hospital, aunque ninguno de ellas tiene peligro alguno.
Otros ocupantes cayeron en la estación de salida, cuando al pasar por la rueda el telesilla volteó hacia adelante provocando la caída de algunos pasajeros que también iban a bajarse saltando cuando paró, al haber avanzado solo unos metros y estar tan solo a escasos centímetros del suelo.
Algunos testigos aseguran que muchos de los esquiadores que estaba en la pista comenzaron a gritar a los ocupantes de las sillas que saltaran. Afirmaban los que lo vieron que literalmente llovían esquís, bastones, y gente.
Este es el segundo accidente en un remonte de esta estación. Hace cinco años un telesilla descarriló dejando ocho heridos, tres de ellos niños, al caer varias sillas al suelo.
El King Paine fue instalado en 1988 por Borvig Ski Lifts, uno de los numerosos constructores norteamericanos que empezaron a aparecer con el boom del desarrollo de las estaciones de esquí a finales de los '60 y comienzos de los '70, y de los cuales ya no queda ni uno tras haber sido absorbidos por las empresas austriacas o haber cerrado. En el caso de esta empresa fue adquirida por Partek Ski Lifts, propiedad del hijo del fundador de Borvig, y a su vez ésta comprada por Doppelmyer en 2005, quien deberá hacerse cargo de la investigación y reparación.