¿Estaba en sus previsiones o le animaron a tomar las riendas de la Federación?
En mis previsiones no estaba, porque me considero un hombre de formación, y así pretendo seguir, pero Sabino (Senra) decidió dejarlo y me animé junto a un sensacional grupo de personas.
Pero la FGDI no le es extraña.
No, porque las dos últimas legislaturas de Senra fui el director técnico. Ahora, nuestro director técnico será Camilo López Anglada, integrante del equipo nacional muchos años y campeón de España, así como Andrés Ylla, que fue integrante del equipo nacional júnior.
¿Y cuál es la hoja de ruta en esta legislatura?
Las cosas han cambiado y debemos plantearnos una Federación más dinámica, que sea capaz de captar gente porque en Galicia no hay tradición de clubes. Hablaremos con colectivos, asociaciones deportivas y colegios para tratar de que se constituyan en clubes y a partir de ahí ayudarles en la formación de los chavales. Nuestra intención es hacer un equipo en infantil de la Federación para participar en pruebas del calendario nacional. Además, vamos a tratar de hacer 4 o 5 pruebas y slaloms paralelos pues mi ilusión es tener cada fin de semana una actividad en Manzaneda. No todos los días habrá una carrera pero los días que no haya pruebas se trabajará en la formación de los chavales. Queremos dinamizar el esquí en Galicia, tener una mayor presencia.
Y la Estación de Manzaneda es el punto de encuentro.
Nos reunimos con el nuevo gerente, Gustavo Sanmartín, y son apoyos. En la presentación de la nueva temporada expusieron el proyecto, con más de 80 cañones, y aunque no son la panacea sí son fundamentales porque la nieve que produce el cañón tiene unas condiciones óptimas. Manzaneda es una estación complicada, por estar cerca del mar, pero comparándola con otras estaciones cercanas tiene mayor calidad y amplitud de pistas, y además en un entorno precioso y a una hora de Ourense. Es todo un lujo.
¿Cuál es el problema actual?
El problema es que en España el esquí es un deporte urbano. Aquí, pero también en Arán, Formigal..., los niños esquían los fines de semana, en Navidad y en Semana Santa. Un niño del Tirol, en verano cruza la carretera, coge el teleférico y sube al glaciar a 3.000 metros a esquiar. Un niño austríaco esquía 300 días al año. Nosotros tenemos la limitación de la nieve. A nivel federativo, nuestra intención es mejorar las cosas, y vamos a trabajar todo lo posible para conseguirlo, pero hay otras que se escapan. ¿La nieve? Toca rezar.
¿Y cómo se puede mejorar?
Soy de los que intenta escapar de lo subvencionado pero en este aspecto tendrían que entrar en juego las administraciones pues si en el bautismo de nieve de un niño no leva solucionados el tema del autobús, alojamiento o el alquiler de material sería muy complicado.
primera noticia tu... No acabo de entender la necesidad ..pero vamos...si tiene que servir de algo....