La asamblea de trabajadores rechazó ayer por la tarde levantar la huelga ante la previsión de cobrar a finales de esta semana, inmediatamente después de que la empresa reciba el crédito de la Generalitat. La mitad de los afectados son camareros que trabajaron todo el verano. El resto es el personal que se dedica a mantener las instalaciones y prepararlas para la campaña de esquí, cuando la plantilla se amplía a 200 trabajadores.
Esta circunstancia se debe al incumplimiento del acuerdo que la plantilla y los trabajadores alcanzaron el pasado mes de junio para cobrar salarios impagados, y que les llevó a desconvocar la huelga prevista para junio. La reunión contó con la participación del director general de Relaciones Laborales de la Generalitat, Jordi Miró, que expuso los términos del acuerdo entre el Gobierno y el grupo Nozar, propietario de la estación de la Alta Ribagorça.
Los trabajadores desplegaron una pancarta en la estación con la leyenda "Boí Taüll, por una comarca con futuro". Aparte de este nuevo crédito para evitar problemas de tesorería y abrir la estación, el grupo Nozar y la Generalitat negocian soluciones a largo plazo para asegurar la continuidad del complejo. Entre estas, está la compra por parte del Ejecutivo catalán y su arrendamiento a la empresa, que mantendría así la gestión.