Gabriel Gorce: medalla ganada con constancia

El momento con más cariño que recuerdo hasta ahora coincide con mi hito más importante hasta el momento. Desde que crucé la meta en la segunda manga de la Súper Combinada y ganamos el bronce a JJOO Paralímpicos de Invierno de Sochi 2014 hasta que nos dieron la medalla al podio.

Empecé cuando tenía 10 años, aunque mi primer deporte fue el atletismo, con el que empecé un año antes. El esquí me lo dio a conocer la escuela donde estudiaba en ese momento con una Semana Blanca en la nieve, y posteriormente mi entrenador de atletismo me habló que la ONCE realizaba salidas con chicos con discapacidad como yo y así empecé a esquiar más a menudo.

No me lo imaginaba de ninguna manera para que directamente no sabía qué me encontraría, pero una vez allí las sensaciones fueron muy intensas y descubrí que no se parece a ningún otro evento de competición en cuanto el montaje, logística, público asistente o repercusión mediática.

La constancia fue la clave, ya que en las dos mangas nuestro resultado no fue de los mejores pero si fue muy determinante para poder estar entre los primeros; y quizás actualmente no somos los mejores en las disciplinas pero si somos constantes y regulares y allí donde fallan algunos nosotros nos mantenemos.

El guía es una parte de "el atleta" porque él es el que vela por que la confianza, la compenetración y la sincronización sean lo más sólidas posible, ya que al final tengo que confiar en él mientras bajamos a grandes velocidades. Antes de la competición se preocupa de ajustarse física y mentalmente, y se asegura que ambos estamos en sintonía e igual de convencidos. Durante la competición se limita a hacer lo que ya hemos pactado desde un principio antes de la bajada (órdenes, intensidad, trazado, ...). Después de la competición no hay mucho que hacer más que una valoración de nuestra actuación y búsqueda de puntos positivos y puntos a mejorar.

Arnau y yo llevamos 4 años que corresponden a todo un ciclo entero de preparación antes de unos Juegos.

No, a parte de la misma amistad que hemos establecido a consecuencia de este trabajo; nos conocimos como Guía-Corredor, y este ha sido siempre nuestro motor hasta ahora.

En nuestro caso muchas horas de trabajo y sacrificio en todos los terrenos y ámbitos; tanto en la confianza recíproca como en la sincronización esquiando. Ejercicios muy específicos y muy intensos es lo que nos ha hecho falta para llegar a compenetrarse cómo lo hacemos. El trabajo, que puede ser necesitaría más de siete u ocho años, nosotros lo hemos hecho en mucho menos tiempo porque nuestro objetivo estaba en Sochi y hemos apostado por él. Hemos tenido que sacrificar muchas cosas y sufrir, tanto dentro del deporte como fuera, pero ha valido la pena.

Si porque al final siempre se entrena para competir, por tanto, teóricamente el objetivo más básico debería ser competir mínimamente cómo se entrena.

Primero les diría que todo es posible, sólo hay que ser consciente del precio que hay que pagar y el sacrificio; a algunos les costará más que a otros, pero al final, el trabajo bien hecho tarde o temprano acaba dando sus frutos. Otra consigna en la que creo es en nunca conformarse, porque en el momento que lo haces te relajas y hace que no mejora.

Actualmente no, porque estos últimos años me he centrado únicamente en el esquí de forma profesional, pero ahora creo que es el momento de meterme de nuevo el reto que ya tenía antes de dejarlos: compaginar los estudios con el deporte de alto nivel; en mi caso, la música.

Pueden haber muchos motivos por los que no consigo un objetivo, por eso hago siempre un ejercicio de análisis valorando aspectos positivos y negativos para encontrar las razones, de tal manera que pueda aprender de la situación y transformarla en una ayuda para acumular experiencia. Es cierto que a veces la derrota afecta y duele mucho, pero aquí es donde me puedo poner a prueba para ver cómo soluciono aquella situación de decepción o tristeza.

Cosas que me gustan de la competición son el hecho de ponerte constantemente a prueba a ti mismo y descubrir hasta dónde puedes llegar. Me gusta también mucho, en el caso de las disciplinas de velocidad, el hecho de saber que vas a más de 100 km / h y la situación te pone a prueba para dar lo mejor de ti en circunstancias que se determinan en centésimas de segundo: un acto reflejo, un momento de decidir a lanzarte o que el miedo te bloquee, ... son situaciones que sólo te las encuentras en su estado más puro en momentos como estos y en mi opinión, son las que te hacen crecer y te enseñan a luchar por ti y tu integridad.

Cosas que no me gustan, por ejemplo que una carrera se retrase por cuestiones meteorológicas porque te rompe los tiempos de ajuste que tenías y te obliga a reajustar de nuevo por la nueva situación. Tampoco me gusta el hecho de estar en la salida mucho tiempo esperando hasta que me toca bajar; prefiero "desconectar" de este ambiente hasta los 15-10 últimos minutos antes de bajar porque sino también es una manera de quedarte "frío" antes de salir; pero para todo esto siempre hay soluciones ya entrenadas.

Me enseña a luchar por mí ya tomar decisiones sin dudar y estar seguro de ti mismo, de lo que haces en todo momento. Una duda en una bajada puede ser la diferencia entre quedar primero o quedar último, o al llegar a meta o quedarte por el camino.

Actualmente estamos desconectados del mundo del esquí cada uno por su lado, pero si es cierto que el año que viene tenemos los Campeonatos del Mundo, y alguna debe ser el objetivo cercano, es esta competición, y para cuando llegue el momento estaremos preparados.

Me gusta el fútbol por ser un deporte, pero no me gusta la importancia que le dan los medios de comunicación porque creo que hay otros deportes que siendo más minoritarios, son dignos de reconocimiento. En mi opinión conseguir que se hable más de deportes de invierno siempre está en manos de los mismos medios de comunicación, que son al final los que determinan la "moda" deportiva de una sociedad. Si lo que más sale en la televisión, radio o periódicos es fútbol y es lo que más se habla, seguramente la gente sólo hablará de estos deportes, o si sólo sale la F1, pasará lo mismo. Y se entiende perfectamente que todos los medios compiten por la mejor exclusiva de ese deporte y pocos se atreven a romper la norma por miedo a no tener tanto seguimiento. Para mí ellos son ellos los que tienen el poder de cambiar las tendencias de la sociedad, y estoy seguro de que si todos se pusieran de acuerdo y cambiaran radicalmente los grados de difusión de cada deporte, al final cambiarían los cañones establecidos en este ámbito.