Whistler teme perder esquiadores por la política de empleo
El problema es que hay empresas que necesitan mano de obra extranjera. Es el caso de los negocios ligados al sector del esquí que reciben clientes internacionales, como es el caso de Whister-Blackcomb. Según afirman estas empresas, necesitan personas que hable sobretodo español, ruso y chino-cantonés. Aseguran que no solo no encuentran personal cualificado para estos puestos. Es el caso de los restaurantes, o de los profesores de esquí que sepan idiomas.
Desde el Gobierno se les anima a estas empresas a que vayan a buscar personas a otros estados del mismo país donde el desempleo supera el 6%, y que según el Ministro de economía, estarían encantados con ir a trabajar a sus negocios.
Pero los representantes de estas empresas aseguran que no es fácil atraerlos porque lo que ellos ofertan es trabajo estacional, solo por unos meses y en lugares con fuertes problemas de vivienda asequible. Muchos de estos puestos se cubren con personas que hacen temporada en los dos hemisferios, y que están más acostumbrados a trabajos estacionales, y que de hecho muchos los prefieren así.
Según los empresarios el salario es superior al que se suele pagar en los restaurantes y tiendas de las ciudades, pero aún así, cuesta que venga personal, y que además está el tema del idioma. Uno de ellos llegó a afirmar que le cuesta creer que alguien de Ottawa estuviera cualificado para llevar su cocina especializada en Sushi japonés.
Desde la estación de Whistler se afirma que muchos de estos instructores, además de saber varios idiomas, atraen a sus clientes con alto poder adquisitivo. Y estos son parte del engranaje que necesita la estación para seguir creciendo en un mercado internacional al que apostó con los Juegos Olímpicos. Aquel año de 2010 se cerró con 2,6 millones de esquiadores, y la pasada temporada 203-2014 el número de días de esquí alcanzó los 2,7 millones, según los resultados ofrecidos la semana pasada. Desde el complejo invernal se asegura que estas cifras en lugar de subir tienen el riesgo de empezar a decrecer de no poder atender a turistas internacionales.
Una situación que también reclaman entre los negocios de Whistler. Muchos restaurantes afirman que tendrán que cerrar antes, o tener días festivos al no tener personal para la rotación.
El debate está servido, y de momento parece un tira y afloja entre ambas partes, empresas y Gobierno. Si unos dicen necesitar estos extranjeros, los otros piden que se busque por el país. Hay quien dice que los nacionales no han tenido la iniciativa de especializarse en estos puestos de trabajo o aprender según que idiomas, porque sabían que se iba a contratar antes a un nativo de esos países que a un canadiense.
Por eso el Gobierno de momento mantiene su política, aunque abre una vía a la excepcionalidad. Si bien se 'obliga' a contratar a nacionales en los estados con mas de un 6% de paro, lo cierto es que en la localidad de Whistler el desempleo roza el 0%, mientras que en Britsh Columbia están a un 6,3%. Además el porcentaje de extranjeros a contratar se seguirá reduciendo en los próximos años. De momento para este 2014 se permite que un 30% sea fuera del país, pero para los dos próximos ejercicios este porcentaje bajará al 20 y 10% respectivamente.
Una de dos, o los nacionales empiezan a aprender ruso, chino y español, y no les importa dejar los servicios de las grandes ciudades para irse a vivir a estos pueblos de montaña, o en muy pocos años alguien tendrá que pensar una solución...
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