Según los registros de la entidad francesa, la primera nevada llegó a principios de noviembre, un mes se caracterizó por varias nevadas continuas, y unas temperaturas muy bajas, lo que permitió comenzar la temporada con unos grosores inusuales en toda la cadena montañosa.
Después vino un periodo de tiempo soleado, con temperaturas incluso algo suaves para la época, con frecuentes amenazas de precipitaciones líquidas, pero el manto nivoso se mantuvo gracias a sus grosores. El resgo meteorológico llegó en forma de viento, con fuertes rachas que llegó a llevarse algo de nieve en cimas a partir de los 2.500 metros.
Pero las temperaturas volvieron a sus registros normales a mediados de enero, y ya no se movió prácticamente basta principios de Marzo, con episodios sucesivos de mal tiempo constantemente, que dejaba mucha nieve. Las nevadas que se producían dejaron paquetes de casi un metro en la segunda quincena del primer mes del año.
La capa de nieve alcanzó su punto culminante el 06 de marzo, después de una nevada, una de las mas grandes del invierno, en el que las capas de nieve crecieron entre el medio metro y el metro de media. El mes de Marzo, excepto la primera semana, se volvió a caracterizar por un clima suave y seco, que acabó el 21 de Marzo, donde volvió a nevar fuertemente durante varios días seguidos, hasta el día 29.
El mes de mayo fue mas caluroso de lo normal hasta el día 20, haciendo que la nieve se derrita a un ritmo normal. Pero entonces el tiempo hace un cambio, bajan las temperaturas y entran borrascas por el sudoeste. El día 25 las nevadas llegan a cotas de 1.800 metros, dejando grosores de 10 a 20 centímetros en los 2.000 metros, y creciendo espesores en cimas superiores a 2.400 metros.
A finales de este mes de Mayo, la nieve sigue muy presente en los Pirineos Orientales, con grandes cantidades en la vertiente norte por encima de 2000 metros. De 50 cm 1 metro en cotas de 2.200 m; y grosores de 1,50 a 2 metros en los 2.400 metros.