No es algo de ciencia ficción, sino algo que ya está en desarrollo. Ya hay dos empresas que van a comercializar estos aparatos en breve. La primera que va a salir al mercado es AirDog, desarrollado por los lituanos Helico Aerospace Industries. Se trata de un cuadricóptero al que se le puede adaptar la cámara de grabación y se conecta vía bluetooth a un emisor que llevarás en la chaqueta, en la muñeca o en el casco, al que han bautizado como Airleash.
El programa cuenta con varios tipos de vuelo predefinidos, pero también se puede programar mediante una aplicación de nuestro smartphone. Vuela a una velocidad máxima de 60km/h, suficiente para perseguirnos en pista, y su peso es de 1,7 kilos. La nota negativa es su autonomía. De momento no tienes mas que para un cuarto de hora, aunque al ritmo que va la evolución de esta tecnología, es de esperar que estos tiempos vayan aumentado en futuras versiones. El aparatito en cuestión cuesta 1.000 dólares y se espera poner en circulación este mismo mes de Noviembre.
Algo mas retrasados van los chicos de Hexo, aunque tienen toda la pinta de que vayan a ser los triunfadores. Por una parte, detrás del proyecto está el conocido rider Xavier de la Rue, y su precio es notablemente inferior. Está en proceso de rinda de financiación para comenzar a fabricarlo, pero esperan sacarlo a la venta por unos 500 dólares.
Como el AirDog, reconoce al sujeto a seguir, y lo persigue mientras graba. Corre algo más, a 70km/h, y puede acercarse a 50 metros de tu cuerpo, e igual que el aparato lituano, la cámara tiene estabilizador para grabar las imágenes a la perfección. Saldrá a la calle en Mayo de 2015.
De la misma manera que las cámaras en el casco se han desarrollado como setas y no son pocas las que vemos en pistas cada fin de semana de temporada, en el caso de los drones autónomos podríamos vivir el mismo caso, y encontrarnos con cientos de drones pasar por nuestras cabezas mientras esquiamos. Está claro que habrá que regular la situación y en muchos casos se intentará regular la entrada a las instalaciones de estos drones, pero el futuro de este tecnología ya está aquí, y de una manera u otra, ya sea en pista o fuera de pista, deberemos aprender a convivir con ella.