El encuentro entre las comunidades se celebró a finales de febrero y La Nueva España ha tenido acceso a un documento interno que, en principio, se transformará en una queja formal que se presentará ante la administración municipal y la propia dirección de la estación. Son ocho los puntos que las comunidades de vecinos entienden que se deben mejorar y por las que muestran su malestar y preocupación. En primera instancia, el documento recoge la queja de una "gestión de basuras deficiente, asumiendo los vecinos el impacto de la basura generada por todos los visitantes". Los vecinos de la urbanización de Pajares acordaron pedir "un aumento de la frecuencia, mantenimiento, optimización de los días y atención general al servicio".
El alumbrado público es otra de las reivindicaciones. Las comunidades trasladarán al Ayuntamiento que el sistema de alumbrado es "deficiente e inestable, provocando una sensación de oscuridad permanente." Por otra parte, también denuncian "falta de seguridad en la estación, ya que, no se observa ningún tipo de presencia policial".
En cuanto al mantenimiento de otras infraestructuras, las comunidades de propietarios alertan del estado "lamentable" de la carretera de acceso a la estación, que a su juicio adolece de "señalización y mantenimiento", al igual que los accesos a los edificios. Los propietarios también se quejan de un "estado ruinoso del entorno urbanizado" y de una "sensación de ausencia total de mantenimiento".
Por último, reclaman una actuación en la zona del Arroyo por el caudal de agua, que consideran peligroso, y critican también la labor de algunos concesionarios.
Finaliza la carta de las comunidades de vecinos con la idea de trasladar a las administraciones "un toque de atención ante la falta de interés por la urbanización".
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