«como la temporada de invierno se acorta este año de cuatro a tres meses, los hoteleros confiaban en una mayor afluencia sobre todo en enero y febrero, lo que no ha sido así. Een enero los establecimientos no llegaron al 62% de ocupación. Las condiciones meteorológicas adversas nos afectaron mucho, sobre todo para las vacaciones de Carnaval cuando, tradicionalmente, recibimos más turistas franceses».
El cierre de los accesos al Pas de la Casa, pero también las malas condiciones para circular a ambos lados de las fronteras, fueron, además de la crisis, los culpables evocados por Julián añadió que «después de Semana Santa la UHA analizará los datos de toda la temporada, desde diciembre hasta finales de marzo. Este año perdemos más de 15 días porque aunque tengamos mucha nieve, la gente al llegar estas fiestas cambia de chip».
Reservas inexistentes
En cuanto a las reservas de cara al próximo periodo de vacaciones por Semana Santa, Julián reconoció que «hoy por hoy, están paradas y no superan el 50%, aunque pensamos que las reservas de última hora pueden cambiar El indicador como ha ocurrido este último fin de semana, por San José. Sin embargo, hay que mantener la prudencia porque nos pueden afectar mucho, una vez más, las condiciones meteorológicas».
Y no es que el sector tema el mal tiempo, sino todo lo contrario: «si hace mucho sol y las temperaturas suben la gente irá a la playa mientras que si el tiempo se mantiene indeciso y no hace sol en la costa, es más probable que se decida por venir a la montaña».
Mala percepción del negocio
El director de la UHA reiteró que el sector no espera cerrar la temporada con un volumen de negocio brillante. E insistió en que «una parte del sector lo está pasando mal y el negocio generado estos días no es suficiente para garantizar ni la comodidad ni la tranquilidad durante los meses venideros. Nos espera el gran desierto de una primavera muy larga y muchos establecimientos ya van muy justos ahora».
El director de la UHA recordó que el sector registra una tendencia a la baja desde hace años que se confirma esta temporada. La ocupación de enero se situó dos puntos y medio por debajo de la del mismo mes del año pasado, que ya fue inferior a la del 2011. Y consideró que aunque la distancia sea más corta entre la ocupación registrada el mes pasado y febrero de 2012, la tendencia «está lejos de haberse invertido, porque cuando las temporadas de esquí son más cortas, los esquiadores suelen aprovecharlas más y el goteo de pernoctaciones es constante».
