La fiscalía solicita una pena de cinco años y tres meses de prisión para el líder de la entidad ecologista Avalon, Carlos Montero, acusado de extorsionar a diez empresarios de la Val d'Aran pidiéndoles dinero bajo la amenaza de denunciar presuntas irregularidades en sus negocios. El ministerio público considera que Montero constituyó la entidad ecologista "con el fin de obtener un beneficio patrimonial ilícito", según indica el Diari Segre.
El acusado, natural de Zaragoza y que fue detenido en 2009, para ganarse el temor de las personas a las que exigía dinero comenzó a denunciar irregularidades administrativas en la construcción o rehabilitación de viviendas que dieron lugar a actuaciones penales, según la fiscalía. En caso de que los contactados no satisficieran las exigencias, el acusado utilizaba la asociación para causar toda clase de perjuicios. Los amenazaba con interponer denuncias administrativas o ante los juzgados o la fiscalía, de publicar noticias en la prensa que afectarían negativamente el negocio y de informar desfavorablemente ante la concesión de licencias que pudieran solicitar a la Administración.
El acusado se jactaba de sus contactos con miembros de la Casa Real, la fiscalía, el Poder Judicial y las autoridades. El ministerio público argumenta que cometió diez delitos de extorsión a propietarios de bordas en proceso de rehabilitación y empresarios de Aran. La fiscalía cree que reclamó 2.000 euros a dos propietarios de bordas (que se negaron a pagar y los denunció por la vía administrativa). En otra ocasión se identificó como responsable de medio ambiente de la Val d'Aran y solicitó 2.000 euros a un empresario (según la fiscalía, pagó). Siempre según la acusación pública, también exigió supuestamente dinero a los responsables de la estación de esquí (que según la fiscalía pagaron). También amenazó un empresario de "enviar todo tipo de inspecciones de Hacienda si no pagaba".
En agosto de 2008, el ayuntamiento de Vielha instó Avalon a efectuar un informe medioambiental sobre una construcción en las antiguas pistas de la Tuca. El acusado pidió a la constructora 4.000 euros a cambio de un informe favorable (según la fiscalía, pagó). El ministerio público considera que Carlos Montero cometió diez delitos de extorsión.
Este grupo ecologista fue fundado hace unos pocos años por Carlos Montero y su familia y cuatro amigos. Montero, en sus años mozos fue legionario y ya de muy mayor se estableció en el Val d´Aran, sin trabajo estable, dicen que descubrió las posibilidades y el lucro que podía obtener fundando una asociación ecologista en un territorio con una naturaleza exuberante. Los periódicos de LLeida com el Segre y La mañana le sirvieron de altavoz y publicidad gratuita para sus constantes denuncias y escritos tendenciosos.
Creyéndose un personaje impune y temido por sus denuncias sin rubor ni fundamento en la mayoría de los casos, empezó a creerse que tenía derechos de peaje, hasta que fue detenido por la policia a instancias de la comprobación de más de diez denuncias por extorsión y acoso. Mantenía una web donde iba colgando las denuncias que le iban publicando en los diarios.
A juicio un ecologista acusado de extorsión
Pedía dinero a empresarios de la zona para no denunciarles por presuntas actuaciones irregulares en rehabilitaciones, e incluso llegó a emitir un informe favorable de la estación de esquí de La Tuca a cambio de 4.000 euros.