'El mundo nos mira es el eslogan elegido para una promoción en la que se destina alrededor de un ocho por ciento del presupuesto del evento. De la campaña y de cómo avanzan los preparativos para una cita histórica habló ayer el director general de la Copa del Mundo andorrana, Conrad Blanch, en una presentación concurrida en un hotel de la capital. Entre los invitados, Patrick Lang, periodista e hijo de uno de los fundadores de la Copa del Mundo además de asesor del circuito internacional. Acompañaban a Blanch el Cap de Govern y presidente de honor del Comité de Honor, Toni Martí, el cónsul mayor de Canillo y presidente del comité, Enric Casadevall, Albert Coma, presidente de la Federación de Esquí y vicepresidente del comité, así como Xavier Cornella, representando el patrocinador Crèdit Andorrà.
"La Copa del Mundo es una gran oportunidad de promocionar Andorra como país de nieve a nivel internacional", decía Blanch, que insistió en que es necesario que todo el país, no sólo la gente de la nieve, se implique. La campaña se estructura en tres fases, una que busca sorprender con anuncios que relacionarán valores del deporte con elementos del esquí, una segunda que quiere implicar al ciudadano y una tercera más informativa, explicando el programa (un gigante y un slalom femenino con las mejores esquiadoras del mundo y 23 países participantes) y dando detalles de las actividades paralelas.
El director general destacó la web de la prueba (worldcupsoldeu.com como la ventana que llega a todo y las presentaciones que se harán, por ejemplo, en el congreso de la Federación Internacional (FIS) de Zúrich y en la primera prueba de la Copa del Mundo en Sölden-Austria. Pero cuando queda claro que Andorra se ha de hacer ver es durante el evento, a través de la televisión. Entre setenta y ochenta millones de telespectadores pueden llegar a seguir a través de cadenas internacionales en una emisión que produce una empresa especializada y para la que usarán diecisiete cámaras. Y para Andorra y su esquí muestren la mejor cara insiste en la necesidad de llenar la llegada a la pista del Avet. Una grada con capacidad para mil personas que ya quedará colocada el próximo mes, albergará una parte de los aficionados. El objetivo es llegar a 2.500, ocupando los laterales y algunas zonas específicas. También se habilitará un VIP pueblo con capacidad para 350 personas.
El optimismo respecto del éxito que tendrá Andorra en la organización de la prueba se hizo patente en las intervenciones de ayer. Toni Martí indicaba que "no defraudaremos. Hay un gran equipo organizador y estoy seguro que será un éxito". El Cap de Govern, que incluso se atrevía a espolear a la búsqueda de unos Mundiales de esquí Alpino, explicaba que "ser un país pequeño no es un obstáculo para ser un gran país", y destacaba que el trabajo esté realizando en clave de país, más allá de Grandvalira y Canillo. Albert Coma reforzaba la idea con un repaso del camino hasta alcanzar la prueba, haciendo mención de una reunión en la FIS en la que asistieron los entonces jefe de Gobierno y ministro de Deportes Albert Pintat y Carles Font.
"En su momento la FIS se dio cuenta de que todo un país quería tener la Copa del Mundo. Y hay que dar las gracias a los gobiernos y los ministros que han apoyado al cien por cien"
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