María José Rienda es sinónimo de esfuerzo y de superación. La esquiadora granadina volvió a la competición, tras una larga y complicada lesión en su rodilla (triada y condramalacia), en la prueba de Gigante de la Copa del Mundo en Ofterschwang hace un mes; en la que probó su rodilla con un excelente resultado.
En este último mes María José se ha concentrado en recuperar su estado físico. Ha entrenado en distintas estaciones de Italia, Suiza y Alemania. Este fin de semana vuelve a competir por segunda vez tras su lesión “Las sensaciones son muy buenas. Tengo mejor nivel técnico y físico que en Ofterschwang. Todavía me faltan muchas cosas por mejorar, pero vamos por el buen camino. La rodilla responde bien y estamos trabajando duramente”.
La FIS ha decidido celebrar mañana la prueba de Slalom de la Copa del Mundo en Arber, dando prioridad a esta prueba, y retrasando probablemente al domingo el Gigante. Si el mal tiempo no permitiera realizar el Slalom mañana, se pasaría al domingo, y entonces el Gigante se celebraría el lunes.
María José Rienda conoce muy la estación de Arber, ya que hace unos años se celebraron allí pruebas de la Copa del Mundo: “Las pistas suelen ser medio inclinadas, suele llover mucho y la nieve está siempre muy mojada. Mientras que aguante la nieve dura, estupendo, pero si está blanda, no es lo mismo salir la primera que la vigésima, la carrera cambia muchísimo”.
La esquiadora granadina está contenta, y tiene muchas ganas de que la prueba se celebre: ”Lo intentaré hacer lo mejor posible. Para estar en la final de Bormio, Italia, hay que quedar entre las 25 primeras. No es imposible, pero es complicado. Hemos entrado a la competición al final y con mucho menos entrenamiento que las otras corredoras. Todas las demás me llevan ventaja, pero haremos todo lo que podamos”.
