Su construcción se debe a la práctica del esquí que se daba por aquella zona desde hace ya mas de 110 años, cuando en 1.897 un grupo de aficionados, montó la primer zona de esquí en la zona de Klosters, hoy también, una estación famosa a la que acude mucha de la realeza europea, descubriendo la region de Parssen como una de las mejores zonas de nieve del mundo, y marcando un primer capítulo en la historia del esquí en Suiza.
Aquella primera zona, llamada Parsennfurka-Küblis era la atracción principal de esos pioneros del esquí, que acudían en largos convoyes de vehículos hasta la zona. Tanto fué así, que ese número creciente de esquiadores, hizo que en 1923, se proyectase la idea de instalar un ferrocarril en un lugar en el que por aquel entonces, solo existía el popular Hotel Flüela, hoy un magnífico hotel de cinco estrellas.
La apuesta definitiva de Davos por convertirse en un centro de referencia internacional en deportes de invierno, vino con la construccción de ese primer ferrocarril. El 8 de Junio de 1.931, se colocó el primer tornillo, y tras un verano muy húmedo, seguido por un buen otoño, el 17 de diciembre de 1.931, se inauguró la primera sección del funicular de Parsenn, que iba desde Davos Dorf a Höhenweg, que actualmente es la parte media de la estación. Aquella primera parte, tenía una longitud de 1.889 metros y ascendía un total de 662 metros de vertical.
La importancia de aquel ferrocarril, se vió reflejada en el incremento de alojados que vivieron los hoteles de la zona, ya que de esperar 61.000 huéspedes, finalmente acogieron a 64.690, y el número de huéspedes suizos en Davos pasó de 18.652 en la temporada 1930/31 a 25.232 en la 1933/34 tras la apertura de la segunda sección del ferrocarril de Parsenn.
El diseño del trazado de las vías del funicular, fue elegido siguiendo el terreno, sin horadar la tierra, para evitar aludes, y crear buenas condiciones para la limpieza de la nieve, lo que evitó movimientos de tierra que afectaran el paisaje, excepto en aquellos lugares donde los costes obligaron a hace pequeñas obras de reacondicionamiento. Como la vía, no cortó el paisaje, sino que se integró de una manera natural y amistosa con medio ambiente, tras la construcción del ferrocarril de Parsenn, este área desempeñó un papel importante en el desarrollo del turismo del esquí, que alcanzó rápidamente unas dimensiones dificilmente imaginadas en la época.