El cañón que ha adquirido Sant Joan de l'Erm es de segunda mano y ha costado 3.000 euros. Pero la parte más complicada, será la puesta en marcha, teniendo en cuenta que las cifras de una estación de esquí nórdico respecto al gasto energético no tiene nada que ver con las de una alpina.
El director del complejo, Miquel Prat, reconoce que la instalación les comportará un sobreesfuerzo respecto al agua y electricidad. "El agua será un factor que nos limitará porque, de momento, tenemos poca; tenemos una reserva pequeña", señala. Si la experiencia da resultados positivos, la estación no descarta ampliar el depésito de agua y prevé una producción de electricidad más elevada. Otro factor imprescindible será, evidentmente, el frío.
El cañón se ha comprado a una estación de esquí alpino. Pero Prat indica, que "no ha sido fácil encontrarlo", ya que, "aunque ya hace 20 años que comenzaron a produicr nieve y van adquiriendo sistemas más eficientes, las estaciones de esquí alpino no se venden los cañones antiguos".
EN ESPERA DE MAS NIEVE
Sant Joan de l'Erm, tal como el resto de staciones de esquí nòrdico, confia en inaugurar temporada a comienzos del mes que viene, coincidiendo con la Puríssima. Prat cree que se necesitaría que volviese a nevar los próximos dias, ya que la nieve que ha caido esta semana puede ser insuficiente para los circuitos.
Otra demanda que afecta las estaciones es la petición de los municipios con estaciones de fondo, que reclaman que el Govern català se haga cargo de las mejoras de los accesos a las instalaciones. Los ayuntamientos alegan que no disponens de los recursos necesarios para mantener en buen estado unos accesos que consideran que sen de uso turístico.
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