Es habitual que cuando miramos una previsión en el teléfono o vemos que nieva en nuestra estación, casi siempre da menos nieve en la base que arriba. Y es fácil que uno pueda pensar que cómo es posible, si en teoría tiene que caer la misma nieve en todas partes. Pues bien, esto es así principalmente por una cuestión física muy simple. Vamos a ello.
Cuando precipita, lo que cae es una masa, unos kg de agua, nieve o lo que sea. Esto es la clave del asunto, porque en función de si es agua, nieve, granizo, etc, ocupará un volumen distinto.
Podemos establecer que la densidad de la nieve recién caída es de unos 100 kg/m3, es decir, que mil litros de nieve pesan unos 100 kg, o lo que es lo mismo, 100 kg de nieve ocupan 1000 litros. Pero esto es así a una temperatura de unos pocos grados bajo cero. Intentemos afinar un poco más.
La densidad de la nieve en función de la temperatura se puede estimar según una fórmula que establecieron Hedstrom y Pomeroy en 1998, a partir de datos obtenidos por el Cuerpo de Ingenieros de la US Army en 1956 en California y por Schmidt y Gluns en Colorado y British Columbia en 1991.
La fórmula es la siguiente:
Donde Ta es la temperatura del aire en ºC, obteniendo la densidad de la nieve en kg/m3.
En una estación con unos 900 m de desnivel como Masella, por ejemplo, y teniendo en cuenta que cada 100 m de altura, en un ambiente seco, la temperatura baja 1ºC, tendríamos que si en la base nieva a -1ºC, arriba podríamos estar a -10ºC.
Si aplicamos la fórmula, la densidad de la nieve a -1ºC, es de 102 kg/m3, mientras que a -10ºC, es de 68 kg/m3.
Si cogemos el inverso de la densidad, nos dará los litros que ocupa un kg de nieve:
Para -1ºC: 0,01 m3/kg = 10 l/kg
Para -10ºC: 0,015 m3/kg = 15 l/kg
Por tanto, la nieve que cae a -10ºC ocupa un 50% más que la que cae a -1ºC, por lo que en la cota alta nevará un 50% más que en la base. Si caen 10 cm en la base, arriba serán 15 cm. Un dato que suele cuadran con lo que vemos en páginas de previsiones de nevadas como snow-forecast.
Este es el motivo principal por el que casi siempre nieva más arriba que abajo.