Tras unos días de un paréntesis invernal, ya está, el termómetro se ha vuelto a venir un poco arriba y tu cabeza ha empezado a pensar en la playa y el mar. Es normal, hasta los almendros se piensan que es el momento de florecer cuando notan algo más de calor.
Pero ya son demasiados años dando la espalda a la nieve en este época, como para saber que ese calorcito que notas a mediodía no te va a dejar disfrutar en la playa estos días. Que no, que en la playa no se está bien en el mes de abril, que hay que llevar todo el día el jersey puesto. Y eso si hay suerte y no hay que sacar el abrigo.
Sí, las ganas te pueden, que son demasiados meses sin ver el mar de cerca. Pero no olvides que, dentro de cuatro días, cuando de verdad haga calor, cerrarán Masella y Sierra Nevada y se acabará la temporada de esquí. Y entonces ya será tarde para lamentarse, demasiado tarde. Y tras el lamento vendrá la espera. Esa espera que se te hará eterna hasta el próximo diciembre. Porque cuanto antes acabes esta temporada, más lejos quedará la siguiente.
Allá tú, ya sabes lo que haces. Una vez más, te espera un tiempo de perros para ir a la playa. No olvides el radiador y la ropa de abrigo porque los vas a necesitar y lo sabes. Es lo que toca. Por algo, en el refranero popular hay uno que reza aquello de "hasta el 40 de mayo…"
Quedan algunos días para que reflexiones y cambies de opinión. Y si cuando llegue el momento no te has convencido, disfruta de la playa. Te lo mereces. Mientras, yo seguiré alargando la temporada de esquí. No se me ocurre nada mejor que hacer en esta época. Porque #laplayapuedeesperar. Y en las pistas se está de vicio en esta época.
Y quién sabe, igual algún año cambias de opinión y descubres la maravilla del esquí primaveral de Semana Santa. Tú te lo pierdes.
Aunque también es posible que todo esto que escribo lo tengas grabado a fuego pero que tengas que ir a la playa por imperativo familiar, por salvar tu matrimonio o cualquier otro motivo contra tu voluntad. En ese caso, tienes todo mi apoyo y comprensión. Solo puedo darte poco más que el pésame y, no tengas duda, los que resistimos haremos alguna bajada a tu salud.