Los recuerdos no se borran. Esto es lo que debe estar pensando Ted Ligety tras ver cómo gran cantidad de sus trofeos como corredor se han despedazado durante un traslado.
Ligety guardaba parte de sus trofeos en la sede de Head. Han pasado los años y quería llevárselos a casa. Pero parece que alguien no empaquetó del todo bien todos esos recuerdos y el 60% de ellos se han roto por el camino. ¿Os imagináis el disgusto?
Ha colgado este vídeo haciendo el "unboxing" de la tragedia:
Pero bueno, quede el recuerdo material o no, los títulos no se los quita nadie. Y por suerte, no todos sus trofeos viajaban en esta remesa. Parece que las copas del mundo están a salvo. Igual que las medallas olímpicas y de campeón del mundo.