Para los que desde el 1 de mayo estamos contando los días que quedan para poder calzarnos de nuevo los esquís, es una alegria ver que, de repente, el tiempo cambia y se pone a nevar en cotas altas. Parece que por un momento todo cambie y nos traslade a esos días previos al inicio de temporada, en los que los nervios y la incertidumbre por saber cuándo podremos dar por empezada la temporada nos recorre de arriba a abajo. Nos coge algo desprevenidos porque todavía estamos con el chip veraniego activado, pero para un esquiador de pura cepa siempre es una alegría tenerse que poner una capa de más o tener que encender el primer fuego.
En cualquier caso, se trata de una anécdota, que seguro ha llenado el teléfono de muchos aficionados de mensajes y nos ha sacado más de una sonrisa, pero no es más que eso, una anécdota. Ahora hay que seguir poniendo los cirios cada semana para que cuando llegue el otoño y nos encontremos en el momento clave de la temporada, a principios de noviembre, tengamos frío y precipitaciones que hagan que podemos empezar a lo grande.
Mientras, seguiremos esperando y aprovechando estas pequeñas alegrías que nos acercan al momento más esperado por muchos, recorriendo el camino que nos lleva a la temporada 2017-18.