Llegan los calores, el esquí se acaba y tenemos un montón de material que hay que guardar. En función de cómo hagamos este paso llegaremos al principio de la temporada siguiente en mejores o peores condiciones. Os dejo algunos consejos que os pueden servir si todavía tenéis el equipo de esquiar abandonado en un garaje esperando que vuelva el frío.
Busca un buen sitio para guardar el material duro
Los esquís no son una botella de Vega Sicilia del 70 (aunque puedan costar incluso más) y tampoco hay que exagerar en su cuidado, pero la humedad y el sol no son buenos aliados de nuestros esquís y botas, así que mejor búscales un buen sitio donde dejarlos. Y si no lo tienes, alguna tienda ofrece guardar esquís y devolverlos a principio de temporada repasados por menos de lo que cuesta la reparación.
Antes de guardarlos, asegúrate de que estén limpios, sobretodo en la zona de las fijaciones. A final de temporada es más o menos habitual que aparezca barro.
Si los guardas tú, mejor repasados y con una capa de cera para proteger cantos y suelas. Así, al empezar todo será más fácil porque sacar los esquís con la emoción de que toca "estrenarlos" de nuevo y encontrarse las suelas destrozadas, no es la mejor manera de dar comienzo a una temporada. Dependiendo de cómo los vayas a guardar, mejor con las cintas que los mantienen unidos y así evitamos que los cantos hagan su trabajo con otros esquís.
Las fijaciones, si no son de la época de Stenmark (y entonces, por tu seguridad, mejor cámbialas), no hace falta que las aflojes.
Y hoy en día, con los sistemas de nieve producida que hay, las pistas suelen tener buenas condiciones desde el primer día. Los pedregales a principio de temporada son más cosa del pasado y esquiar pronto no implica destrozar los esquís, por lo que vale la pena tenerlos bien.
Los bastones se pueden emparejar, sobretodo si tienes muchos pares y muy parecidos.
En cuanto a las botas, antes de guardarlas, asegúrate de que estén bien secos los botines y, si hace falta, déjalos secar durante unos días o aprovecha para lavarlos si ves que empiezan a ser material radioactivo. Las esquiadas primaverales tienden a mojar bastante el material. Y puedes aprovechar para eliminar los restos de barro que pueden quedar también en esta época. Y por supuesto, con los cierres cerrados al mínimo. Las carcasas de deforman mucho más de lo que uno cree si las dejas unos meses en mala posición. Haz un último repaso del estado de las suelas y si todo está correcto. Ahora tienes tiempo de solucionar cualquier imprevisto.
Las máscaras y cascos deben guardarse separados y, a ser posible en una bolsa para proteger de los golpes. Deja la máscara bien limpia para la próxima temporada.
Lava la ropa
Las manchas cuanto antes se saquen, mejor. Ahora tienes tiempo de hacer bien las cosas y evitaremos "contaminar" lo limpio con lo sucio. Y además, nada como afrontar el comienzo de la temporada con todo a punto.
Los guantes también hay que asegurar que queden bien secos antes de guardarlos.
Es el momento de repasar calcetines, primeras capas y buffs. Si no tienen pareja o están agujereados, elimina esos calcetines, y es un buen momento para volver a lavar esas primeras capas y buffs que, a veces, caminan solos.
Haz inventario del material.
Apunta el material que tienes en buen estado y el que es candidato a un cambio. Una buena lista te evitará sorpresas cuando busques aquello que crees recordar que tenías. Y si tienes que gestionar el material de toda la familia, la cosa se convierte en casi imprescindible y es muy recomendable apuntar tallas.
Puedes hacer una pequeña hoja de cálculo con el material que tienes apuntando tallas o medidas, colores, etc, así como el lugar donde se encuentra. Te sorprenderá la cantidad de material que tenemos en casa repartida por mil rincones y aquello que vamos guardando y que ya no se puede poner nadie.
Crea la caja de los reservas
Seguro que tienes alguna cosa que guardas "por si". En este caso, lo mejor es hacerse con una caja o similar (nunca de cartón) y guardar todos los equipos reservas allí. Seguramente no los usarás en toda la temporada y te ahorrarás que ocupen espacio de tu día a día y tener que moverlos durante cada principio y fin de temporada. Guarda una hoja con todo lo que contiene la caja y ponla junto a la ropa del día a día.
Seguro que con estos consejos, la "vuelta al cole" se hará más fácil y llevadera. Tu "yo" del mes de noviembre agradecerá al de hoy este trabajito.