Me he cruzado con estas fotos de una tienda de Canadá y me han hecho gracia. Nada de firmas, esta escayola personalizada de bota de esquí haría las delicias de más de uno que ha tenido la mala suerte de lesionarse. Una delicatessen para los más adictos:
Y me estoy imaginando la cara del traumatólogo cuando vuelves de esta guisa :-)
Me gusta pero... ¡espero no tener que llevarla nunca!