En época de crisis siempre hay quien sale a defender el producto nacional para apoyar a los trabajadores del propio país.
Está claro que al final es un tema de oferta y demanda, pero los anuncios que he visto este año en la prensa americana me han sorprendido. Se trata de una petición para comprar esquís fabricados en Estados Unidos. Para ellos, China es una plaga que está destruyendo todas sus industrias locales, incluida la del esquí y los reyes del libre mercado piden ayuda a sus compratriotas.