El evento de la temporada lo tenemos a la vuelta de la esquina. Los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018 (Corea del Sur) se disputarán el próximo Febrero, es hora de inspeccionar por la red como van las cosas por allá. Parece ser que todo va según lo previsto y se cumplirán los plazos. Pero indagando un poco más sobre la pista estrella de alpino, la del descenso, me entero de que la pista será desmantelada tras la celebración de las pruebas olímpicas. ¿Cómo es posible? De ser así, se convertirá en la primera pista de descenso olímpico de la historia en desaparecer, convirtiéndose así en una pista fantasma. Aquí hay noticia!!
Siempre que una candidatura olímpica de invierno, se presenta para la celebración de unos Juegos Olímpicos, los organizadores tienen que estrujarse el cerebro, para conseguir la pista de esquí de descenso alpino. ¿Porque? El reglamento del C.O.I. es claro en este aspecto, la pista de descenso debe de tener al menos 800m de desnivel, salvo causas excepcionales. Este requisito puede ser fácil para sedes, ubicadas en los Alpes o las Rocosas de Norteamerica, pero en la mayoría de lugares del mundo es un requisito difícil de conseguir.
Las estaciones de esquí, de la región surcoreana de Pyeongchang, no tienen mucho desnivel. A sí es que la organización, tras muchos estudios, decidió construir una estación de esquí nueva, para crear en ella las pistas de descenso, tanto para los hombres como para las mujeres. El problema viene dado por su ubicación, nada menos que en un lugar remoto surcoreano, pero a la vez protegido.
La montaña de Gariwangsan, donde se ubica la nueva estación de Jeongseon Alpine Centre, que será la sede de la prueba de descenso, supergigante y combinada, es a la vez un bosque sagrado de 500 años. El Comité Organizador de Pyeongchang para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de 2018 (POCOG), seleccionó el sitio para construir dos pistas de esquí olímpico, porque afirmaba que todos sus otros sitios sugeridos para el evento de descenso, no cumplieron con las normas del Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional de Esquí.
El sitio es sagrado para muchos residentes surcoreanos, debido a su importancia cultural durante la historia de la dinastía de la orden de Chosun, última dinastía real del país que duró más de 500 años hasta que fue derribada en 1897. A finales del siglo XV, la montaña era considerada una "montaña real prohibida", donde se cultivaba el propio ginseng del rey.
Fue incluido como Área Protegida para la Conservación de Recursos Genéticos Forestales por el gobierno de Corea del Sur, pero se revocó su estatus protegido aposta para las Olimpiadas. El bosque es también el hogar de una serie de animales en peligro de extinción y especies raras de plantas que allí se encuentran, incluyendo los árboles nativos de Wangsasre.
Ecologistas locales y de toda Corea del Sur, pusieron el grito en el cielo, para evitar lo inevitable. Finalmente en Junio de 2014, un área de 33 a 23 hectáreas, fueron despejadas de 58.000 árboles (según grupos ambientales). Aun así, el C.O.I. y el Comite Organizador, hizo un esfuerzo para minimizar el daño ambiental de la construcción. Afirman que el daño causado al sitio fue limitado, evitando los principales hábitats de vegetación y minimizando el área total necesaria para las instalaciones de esquí alpino, al combinar en la misma pista, las pruebas de hombres y mujeres, por primera vez en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Además tras las protestas, el Comite Organizador, se ha comprometido a la finalización de los Juegos Olímpicos, a desmantelar todo lo construido y dejar toda la montaña como estaba antes, plantando más de 1.200 árboles para restaurar el bosque. Aunque los ecologistas afirman, que cualquier intento de restaurar el hábitat natural, después de que se hayan despejado los árboles y el suelo, es imposible.
El caso es que finalmente la estación se inaguró dos semanas antes, de la celebración de la Copa del Mundo de Alpino, el 22 de Enero del 2016 (a modo de preparación para los JJOO). La estación abrió oficialmente sus puertas por primera vez. En total son 10km de pistas esquiables servidas por 4 remontes, uno de ellos un telecabina, que tiene también una parada intermedia. Kjetil Jansrud, de Noruega, el ganador de la Copa del Mundo de esquí alpino FIS de 2016 en descenso masculino, hizo estas declaraciones sobre la pista: "Esto es más que aceptable para una pista olímpica de descenso. La forma en que estaba corriendo era casi demasiado rápido, porque los saltos son muy grandes, lo que también es emocionante. Para mí, es una carrera divertida. Kitzbuhel es peligrosa y da miedo, esta es divertida."
El recorrido de 2857 metros diseñado por Bernhard Russi, ofrece cuatro grandes saltos y largas y amplias vueltas. Aunque cortos en longitud por los estándares de la Copa del Mundo, los corredores dicen que presenta un desafío interesante.
Bernhard Russi, un laureado esquiador retirado suizo, ha diseñado las pistas de muchas competiciones en Europa, Norteamérica y Asia. También fue llamado para diseñar las de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, donde también alrededor de mil árboles del bosque caucásico debían talarse para crear las pistas.
La pista olímpica de descenso en Pyeongchang 2018, tendrá un desnivel de 825m, partiendo desde los 1370 a los 545 metros sobre el nivel del mar; la salida para las chicas estará 100m por debajo que la de los hombres. Los inviernos son por allí bastante secos, aunque muy fríos, por lo que los cañones de nieve artificial serán fundamentales.
Todo este follón de ubicar la pista, en un lugar que estaba protegido, provocará que al final de los Juegos se siga discutiendo los futuros planes para este lugar. De cumplirse lo prometido, la estación desaparecerá y todo un pistón olímpico, nunca llegará a ser mítico, puesto que dejará de existir. El C.O.I. debe de espabilar en este aspecto y replantearse el tema al preseleccionar las candidaturas olímpicas, porque es ridículo que ocurran este tipo de cosas. Y ojo porque, no solo ocurre en los Juegos Olímpicos, también por ejemplo en el fútbol, la F.I.F.A. concede mundiales de fútbol, como el de Qatar 2022, donde se están construyendo gigantescos estadios en medio del desierto, que luego quedarán abandonados en desuso.
En fin... para finalizar, vamos a reconocer esta magnífica pista olímpica, con este vídeo de la norteamericana Lindsey Vonn bajándola. ¿Conseguirá Lindsey ganar aquí el oro en la Olimpiadas?
,eso si la pista tiene muy buena pinta 
