¿Cómo estáis? ¿Qué tal el confinamiento?
Espero que todas y todos estéis bien y recogiditos en casa.
Antes de nada me gustaría especificar que todo lo que voy a escribir son opiniones personales mías, así que puede ser que no sean del agrado de todo el mundo e incluso que vaya equivocado.
Hace ya mucho tiempo que tengo en la cabeza una duda y es el porqué, a nivel de resultados, el freeride en la Península barre al alpino.
Vivimos en un país que no tiene mucha cultura de nieve y montaña, aunque creo que por suerte, cada vez va cambiando y mejorando al respecto.
Tenemos a grandísimas esquiadoras y excelentes esquiadores pero, ¿por qué no se logran resultados en Copas del Mundo ni de Europa?
En cambio, cuando hablamos de freeride parece que se le da la vuelta a la tortilla y ahí sí que llegan los resultados.
Es cierto que en un trazado las diferencias son mínimas y muchas veces un par o tres de segundos te dejan fuera de los puntos. Éstas no pueden ser equivalentes fuera de pista, ya que el crono importa más bien poco.
Cuando esquiamos en nuestras estaciones habituales, vemos a muchos críos y adolescentes entrenando con sus respectivos clubs pasando puertas y esquiando fuerte, pero a medida que se van haciendo mayores pocos llegan a ningún lado (competitivamente hablando).
Es lógico que para esquiar bien fuera de pistas, se necesita una muy buena base de técnica aprendida en el alpino tradicional, y que todos los freeriders o casi todos han salido de clubs de esquí alpino.
Actualmente hablando, en Copa del Mundo no hay ningún corredor nacional con unos resultados mínimamente decentes, en cambio en freeride, tenemos al archiconocido por todos Aymar Navarro y a Núria Castan.
Es cierto que Núria Castan es snowboarder y en esta disciplina sí que tenemos grandes logros también en pista como podrían ser Lucas Eguibar o Regino Hernández, aunque son en snowboard cross, modalidad más free que alpina en toda regla, o Queralt Castellet en freestyle.
Entre los jóvenes freeriders que están subiendo también se están obteniendo buenísimos resultados en calificatorias del World Tour, como pueden ser los de la escuela aranesa entrenados por Cristian Boiria, ahí tenemos a Abel Moga, Axel Joaniquet, Pol Tellosa y Julián Puras, de los cuales seguro que escucharemos hablar dentro de muy poco.
No sé, hay cosas que se me escapan, ¿se necesitan más horas de entrenamiento pasando palos que haciendo freeride?
Es verdad que sacar unas milésimas al crono en una pista helada es exageradamente difícil, pero creo que también lo es tirarse por una montaña con mucha pendiente, llena de rocas y nieve sin tratar, y encima hacerlo rápido y saltando.
Siguiendo por redes sociales a alpinos y freeriders vemos que todos le dedican muchísimas horas a entrenar, ya sea en gimnasios o mejorando técnica, por tanto, no sé si hay tanta diferencia entre unos y otros.
¿Podría ser que esto vaya a hornadas?
Hace ya muchos años sí que tuvimos a grandes esquiadoras y esquiador de alpino. La familia Fernández Ochoa es un gran ejemplo, o como bien podrían ser Carolina Ruiz, MªJosé Rienda...
Actualmente hemos tenido y tenemos también a grandísimas y grandísimos corredores como Núria Pau, Miren Miquel, Quim Salarich, Juan del Campo..., pero los resultados no terminan de ser los deseados.
Otra cuestión que me choca es que es más "fácil" entrenar en pista que fuera de ellas, ya que no siempre se dan las condiciones para hacerlo, por tanto, me resulta más meritorio que se llegue al top mundial en freeride entrenando en nuestras montañas, que sí que son muy buenas para ello, pero no suelen tener tanta nieve como en el resto de países de esquiadores.
¿Podría ser más fácil llegar arriba del todo en free que en alpino ya que hay menos atletas?
Esta es otra pregunta difícil, ya que por esta regla de tres, al haber menos freeskiers, también será más difícil que salgan de buenos.
¿Por dinero?
Sin saber los entresijos de la RFEDI, esta también podría ser una cuestión importante, ya que aunque en las dos disciplinas se necesite invertir mucho dinero en las competiciones, seguramente hay que invertir mucho más en alpino puro, la estructura es muchísimo mayor a nivel de preparadores, entrenadores, skiservice...
¿A nivel de competiciones estatales?
Aquí es dónde también hay mucha diferencia. A lo largo de nuestra geografía, durante el invierno se realizan muchas competiciones de alpino en sus distintas categorías y modalidades, en cambio, en freeride actualmente sólo hay una, el Dorado Freeride de Boí Taüll, sin contar la prueba de Andorra ¿Cómo es posible que con el nivel de nuestros riders sólo se hagan dos competiciones en la Península?
¿Seguridad y montaje?
Una competición de alpino se hace en una pista de la estación, normalmente en pistas que ya están aseguradas con vallas de protección ya que es dónde suelen entrenar los clubs y el acceso és fácil. En cambio una prueba de freeride se hace en montaña abierta, hay que contar con avalanchas, posibles rescates fuera de estación, accesos complicados... Quizás este sea un motivo más por el que no se hacen más competiciones.
Y vosotros, ¿cómo veis las diferencias? ¿Creéis que actualmente hay más nivel nacional en freeride que en alpino? ¿O realmente es que es mucho más difícil destacar en alpino que en free?
Cómo siempre...