Cerdeña es una isla mítica, con una historia forjada a golpe de viento, mar y sangre. Es una isla que ha vivido conquistas y que a su vez ha sabido conquistar el corazón de varias civilizaciones, convirtiéndose en el faro que guiaba las velas de insignes navíos. Sus contrastes, colores y aromas son capaces de seducir con su magnetismo a miles afortunados que pisan tierra sarda por vez primera año tras año.
La impronta que nos deja éste mágico lugar, resulta imposible de olvidar, creando una de las combinaciones mas perfectas y armónicas entre mar y montaña que existen en Europa. Cerdeña es un auténtico paraíso que ofrece al visitante elegantes cumbres que rozan los 2.000 metros, valles y gargantas forjados por el cincel del agua y el viento. En la isla también encontramos magníficas playas y calas cuyas aguas cristalinas reflejan la belleza de las agujas de roca que las custodian.
Cerdeña es la segunda isla por tamaño del Mediterráneo, la octava de Europa y la cuadragésimo octava del mundo. Para poder disfrutarla, deberíamos pasar mucho tiempo en ella, mezclándonos con sus paisajes, sus gentes, su gastronomía y su idioma; pero si solo disponemos de una o dos semanas, recomendamos no tener prisa y dejar que sus paisajes nos seduzcan lentamente. Posee una historia fascinante forjada a golpe de viento, mar y sangre. Es una tierra curtida en mil batallas, que ha vivido conquistas y que a su vez ha sabido conquistar el corazón de varias civilizaciones, convirtiéndose en el faro que guiaba las velas de insignes navíos. La isla irradia una poderosa energía y un encanto irresistible; su singular belleza, sus contrastes, colores y aromas, son capaces de seducir con su magnetismo a los afortunados que pisan tierra sarda por vez primera.
El macizo del Gennargentu se merece una visita de varios días. Debido en gran parte a su aislamiento y elevación, recorrer sus cumbres se convierte en toda una gozada durante todo el año. En invierno suele hacer bastante frío, con nieve hasta Semana Santa, siendo recomendable afrontar cualquier actividad en la zona perfectamente equipados, pues no existen refugios donde pernoctar. Nosotros recomendamos tomar Fonni como campo base, sin olvidar varios agriturismos/B&B abiertos cerca de la estación de esquí.
Desde Nuoro bajaremos hasta el desvio de Fonni, población situada a 1.000m de altitud. Desde Fonni parte la carretera que sube hasta la estación de esquí de Bruncu Spina, (se puede esquiar hasta marzo-abril si hay nieve). Dejando atrás el Monte Spada, que podemos visitar a nuestro regreso, seguiremos la carretera hasta el aparcamiento de la pequeña estación, situado junto a un refugio que suele estar cerrado (1.569m) y el clásico edificio de alquiler de material.
Bien calzados, subiremos por la amplia pista que encontramos a la izquierda del teleskí principal, dejando a nuestra izquierda un pequeño remonte para debutantes. La pista presenta varios zig-zags que nos ayudan a ganar altitud progresivamente. Una vez llegamos hasta la caseta de la estación superior del teleskí, (1.824m) subiremos unos metros mas hasta alcanzar varias construcciones y antenas, rodeadas por una valla. Un poco mas a la derecha, encontramos una pequeña acumulación de rocas con una tosca cruz de hierro; es la cumbre del Bruncu Spina (1.828m), la segunda mas alta de Cerdeña. El panorama que se divisa es una maravilla, destacando la Punta Paulinu y la Punta La Marmora hacia el SO.
Si estamos muy cansados o no disponemos de un par de horas mas, daremos por terminada la excursión al Bruncu Spina, descendiendo por el mismo camino de subida o bien dando un pequeño rodeo por otra pista que deja el teleskí a nuestra derecha. También podemos seguir la cresta hacia la Punta La Marmora y una vez llegamos a la cercana Punta Paulinu, descender hacia el parking de la estación de esquí, realizando una interesante (y no demasiado largo) recorrido circular. La visión panorámica desde la cumbre del Bruncu Spina bien se merece el esfuerzo y aunque la subida sea rápida, nos ayudará a disfrutar del macizo mas alto de la isla. Es una ascensión ideal si viajamos con niños o si estamos de paso por la zona y disponemos de poco tiempo para descubrir las cumbres mas altas de Cerdeña. La subida no presenta ninguna dificultad en verano, pero en otoño, invierno o a principios de la primavera, nos podemos encontrar con mucha niebla, viento y nieve…obligándonos a tomar las precauciones habituales durante las ascensiones invernales. Es importante no subestimar la media montaña sarda.
Desde la cumbre del Bruncu Spina bajaremos unos metros por la cresta sin ningún tipo de dificultad, avanzando por un camino hacia el SE. Una valla que nos servirá de referencia, delimita las provincias de Ogliastra y de Nuoro. Tras perder altitud volveremos a ganarla para llegar a la Punta Paulinu (1.792m), donde encontramos un cartel de madera. Ahora seguiremos el camino bien marcado hacia el S, bajando unos metros hasta llegar a un amplio collado, el Arcu Gennargentu (1.659m, cartel indicativo). En este punto empalmamos con el GR que parte desde el aparcamiento de la estación de esquí de Bruncu Espina; el sendero está señalizado con las clásicas marcas rojiblancas. El Arcu Gennargentu es un buen punto para parar y comer algo con los niños si no hace mucho viento.
A partir de este punto, el desnivel se acentúa y siguiendo las marcas del GR iniciaremos la subida final, rodeando primero una cumbre de 1.823m que responde al nombre de Bruncu Spina, pero que no tiene nada que ver con la cumbre anterior. Dejaremos esta cumbre a nuestra derecha y llegaremos hasta un collado que deja a nuestra izquierda la Genna Orisa, (1.819m). Sin bajar de la cota 1.800 ganaremos unos metros y con la cruz de la Punta Marmora (Perda Crapia) bien visible, alcanzaremos el techo de la isla de Cerdeña (1.822m).
En verano la subida no reviste ninguna complicación, siendo una excursión perfecta para disfrutar en familia, pero con nieve y viento, deberemos tomar precauciones, pues la temperatura puede caer en picado cuando menos te lo esperas y el sendero puede perderse de vista con facilidad. La Marmora es un mirador excepcional y si el día acompaña, podemos disfrutar de una visión panorámica realmente impresionante.
