Cuando subes a la montaña, vas pasando por los centros de ski y ves las pistas bien trabajadas y demarcadas, y te preguntas ¿Qué hay más allá?
Asi fue como la curiosidad de buscar nuevas líneas me hizo comenzar la aventura, el desafío y a la vez peligro (por que no decirlo) de subir el cerro Falsa Parva.
En el primer intento llegué hasta el andarivel Águilas, y no se pudo subir más porque el clima cambió. Una densa niebla cubrió todo y no tuve más que bajar.
En la segunda oportunidad fui con dos amigos Héctor y Arnau de My Line. El día estaba soleado, y esta vez si que pudimos llegar hasta la Falsa Parva. La vista era impresionante: muchos canalones y líneas. Nos entusiasmamos y decidimos llegar hasta el Cerro La Parva.
No fue nada fácil. no sabiamos con qué tipo de nieve nos íbamos a encontrar. Al menos estábamos bien equipados y con muchas ganas.
La bajada la disfrutamos mucho, y llegamos al centro de ski muy bien.